5. Recuerdos |2|

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- Hey, Roth, ¿Has visto a Per?

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- Hey, Roth, ¿Has visto a Per?

- No, Leo, no la he visto, ¿Por qué?.

- No ha salido, la fui a buscar al aula, y no estaba. Hace más de treinta minutos que terminaron las clases, y nada que aparece.

- A lo mejor ya se fue.

- No, ella vino conmigo en el auto, no se puede haber ido caminando. Volveré a entrar a buscarla

- Te ayudo - dijo Roth

Estábamos buscando por todo el colegio. No están en ninguna aula.

- Per, Per, Perséfone - Gritaba por todo el pasillo de la tercera planta. Escuché una puerta ser empujada con fuerza, y gritos. Corri hacia donde se oía el ruido.

-Perséfone, ¿Estás aquí?

- Leo, Leo, aquí estoy. En el armario.

- ¿Que demonios haces en el armario? - dije

- Solo sácame de aquí, por favor. Ya no quiero estar aquí. El está aquí adentro conmigo. Por favor sácame - dijo llorando.

- ¿Quien está contigo allí adentro Per? - pregunté.

- Es papá, el está aquí conmigo. No me deja salir -- dijo

- Joder - dije, Per está volviendo a imaginar a su padre. Te sacaré de allí, no te preocupes. Empujé la puerta con todas mis fuerzas. Maldición está con llave.

- Per, ¿Me oyes? Si me estás oyendo, necesito que te alejes un poco de la puerta, ¿Ok? Allá voy. Me aleje un poco de la puerta, y le empujé con todas mis fuerzas, para así poder romperla. Nada, la maldita no abría.

- Hey, bro, ¿La encontraste? - preguntó Roth corriendo hacia donde me encontraba.

- Si, está en el armario - dije

- ¿Que hace allí? Preguntó Roth

- No se, necesito que me ayudes a romper esa puerta para poder sacarla, ¿Entendiste? Roth levanto el pulgar en señal de aprobación. Ambos empujamos la puerta con fuerza, y el cerrojo de esta se rompió. Pero salió temblando y con lágrimas en los ojos.

- Per, Dios. Que susto nos diste - dijo Roth abrazándola.

- ¿Que habías allí adentro? Pregunté furioso. Ella me miró y dijo

- Podemos ir a casa, te lo contaré cuando estemos allí - dijo mientras se limpia las lágrimas.

-Esta bien - dije. Empezamos a caminar, casi no quedaba nadie en el instituto. Solo nosotros y algunos maestros. Roth llevo a Per hasta el auto, y la sentó con ella en los asientos traseros, yo me subí al auto y arranque para dirigirnos a casa.

- Roth, ¿Te dejo en tu casa o irás con nosotros? - le pregunté.

- Iré con ustedes hasta que Per se calme. Luego le diré a Ámbar que venga por mí - dijo.

Solo asentí y seguí manejando hasta llegar a casa de los Adam.

Llegamos a casa de los Adam, Roth me ayudó a bajar del auto, entramos a la casa, todo estaba en silencio, no había rastro de nadie, ni de Edith ni sus padres

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Llegamos a casa de los Adam, Roth me ayudó a bajar del auto, entramos a la casa, todo estaba en silencio, no había rastro de nadie, ni de Edith ni sus padres.

- ¿Dónde está Edith? - pregunté mientras me sentaba en el mueble de la sala.

- Salió del instituto con los hermanos Kast, imagino que está en su casa - dijo Roth.

Asentí mientras me quitaba la corbata y el saco del uniforme.

- Nos dirás qué hacías metida en el armario del conserje - cuestionó Leo mientras se sentaba en el mueble junto a Roth.

- Edith me encerró allí - dije sintiendo como la furia y los recuerdos volvían a mí.

- La pequeña y dulce Edith te encerró en un armario a ti - dijo Roth mientras reía

- Si, esa maldita perra llegó a mi salón molesta diciendo que por qué no podía mantener la boca cerrada, que porque había dicho que vivíamos con ella - explique mientras me desabrochaba los botones de la camisa.
Esa loca llegó y me tomo del brazo, ni siquiera me dejó explicarle y me dijo " Te dije que las pagarías si habrías la boca" y me encerró en ese asqueroso armario - dijo haciendo expresión de asco.

- ¿Que le pasa a esa niña? No entiendo que gana ella con ocultar que nos quedamos en su casa -dijo Leo mientras robada los ojos.

- Parece que a nadie en este pueblo le agradan. Las personas nuevas no son bien recibidas en el pueblo, sobre todo los hermanos Kast, ellos detestan a los nuevos - explico Roth

- A quien carajos le importa agradarle a esos tipos y su grupito de mierda - dije molesta.

Estoy harta de este jodido pueblo, no llevo ni una semana aquí y ya detesto a todos.

- Mataré a Edith en cuanto cruce esa puerta, esa perra no sabe con quién se metió - dije mientras caminaba por toda la sala.

- Cálmate Pero, dijimos que nos íbamos a compartir - dijo Leo caminando hacia donde estaba

- Lo que menos necesitamos son problemas, ¿Entiendes?

- Si, lo entiendo - dije

- Solo olvida a Edith, si ella te sigue molestando o haciendo algo, ahí si ya podemos tomar venganza - dijo Roth con una sonrisa sádica.

Amaba esa sonrisa.

- ¿Tomar venganza? - cuestionó Leo, Acaso a tu te ha hecho algo, Roth.

- Todos esos hijos de puta me la deben, no han hecho más que molestarme por el simple hecho de no hacerle caso a ninguna chica en el instituto- dijo Roth molesto. Sobre todo Edith, como es la perra de los hermanos Kast, ellos la mandaron a tratar de conquistarme y como la rechacé, asumieron que era gay, y desde entonces no han parado con eso - explico.

- No te preocupes, cariño - le dije mientras me sentaba en sus piernas. Ahora nos tienes a nosotros aquí, y si ellos intentan tocarte un solo pelo, se las verán con todos, ¿No es así Leo?

- Claro que si hermano, ahora estamos nosotros contigo - le dijo a Roth mientras sonreía.

Los Reyes Del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora