¿Has visto a un rey perder su corona?
Los hermanos Kast; millonarios, desquiciados y con una belleza muy atrapante. Son un pecado hecho persona, pero la sed de poder que alberca en ellos podría acabar con la tranquila vida que llevan.
Contiene esce...
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El día tan esperado había llegado. El primer partido del campeonato era hoy, la mayoría de nosotros se encontraba ansioso y nervioso por como se desarrollaría el juego.
- Joder, estoy demasiado nervioso - Adrien caminaba de un lado a otro por los vestuarios, llevaba así como 10 minutos.
- Relájate amigo, nos irá bien - Bruno palmeo su hombro para tranquilizarlo.
- Es que acaso no han escuchado la reputación de los jugadores de ese instituto, todos son unos mafiosos mal hablados, solo de pensarlo me causa escalofríos - habló nervioso.
- Son solo chicos, además es un juego limpio, no hay que tenerles miedo - mire a los chicos - somos mejores que ellos - les afirmé.
Adrien ignoro mis palabras y siguió dando vueltas por todo el lugar.
- Hey Lebrun, te ves pálido, veo que al fin has perdido tu hombría - habló Jakov soltando una carcajada.
Adrien dejo de caminar y lo miro molesto.
- No es nada de tu incumbencia Jakov, métete en tus asuntos - espeto Adrien molesto.
- Calmada fiera, lo digo por qué tú miedo puede afectar el desempeño en el campo y por ende eso nos puede hacer perder - le contesto con doble molestia Sam.
- Para con tu mierda y concéntrate en tu desempeño no en el de los demás - interviene en la discusión.
- Vaya pensé que los otros cuatro hermanos no hablaban si Thiago no se los permitía - habló entre risas.
Thiago gruño molestó y se paro molestó de la banca dispuesto a enfrentar a Sam, este adoptó la misma postura de Thiago y camino hacia donde estábamos.
Genial lo que faltaba, una pelea antes del primer partido.
- ¿Que está pasando aquí? - El entrenador entro en el vestuario justo a tiempo y se paro en medio de estos dos - ¿Están buscando arruinar el primer partido? - les pregunto molestó - ¿Quieren dejar en mal a su instituto? - volvió a preguntar, colocó ambas manos en los pechos de los chicos intentando que no se acercarán más.
- Dile a tu hermano que guarde sus comentarios y consejos estúpidos para alguien a quien le interesen - habló Thiago, tenía los puños cerrados y la mandíbula tensa.
Quitó la mano del entrenador de su pecho y se volvió a sentar en la banca.
El entrenador suspiro y miro a Sam.
- Mantén la compostura y deja las rabietas y peleas para otro momento - le advirtió a su hermano. Se giro y nos miró a todos - Los quiero en el campo en cinco minutos - dicho eso salió del vestuario.
Sam nos dió una mirada de fría y se alejo de nosotros.
Cinco minutos después de ese casi altercado, todos nos encontrabamos en el campo esperando la llegada del otro equipo. Las bancas del campo se empezaron a llenar de estudiantes y padres de los dos institutos.
