¿Has visto a un rey perder su corona?
Los hermanos Kast; millonarios, desquiciados y con una belleza muy atrapante. Son un pecado hecho persona, pero la sed de poder que alberca en ellos podría acabar con la tranquila vida que llevan.
Contiene esce...
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Los rayos de sol que entraban por la ventana interrumpieron mi sueño. No quería levantarme, me sentía tan cómoda y feliz, quería seguir durmiendo.
La puerta emitió un chirrido horrible que me hizo despertar por completo.
- Al fin te levantas — Santi entro a la habitación con una bandeja de comida en las manos — pensé que habías caído en algún hechizo de sueño o peor aún que estabas en estado vegetal — dejo la bandeja en la mesita al lado de la cama mientras reía por su pésimo comentario.
- Deberías de dejar el mundo de la comedia, eres pésimo para ello — le confesé mientras me incorporaba en el colchón.
- No se me había ocurrido la idea de dedicarme a eso, pero gracias a tus ánimos y buenos comentarios ya no lo haré — dijo en tono sarcástico.
- Solo trato de ser buena amiga — me encogi de hombros, alcance la bandeja con comida y empecé a comer — ¿Cuánto tiempo llevo dormida? — le pregunté.
- Dos días completos, estabas súper cansada, no te levantaste para nada, todas esas pastillas que tomabas para dormir te hicieron efecto en estos dos días — contestó.
- ¿En dónde estoy? — pregunté — sabía que no estaba en casa de aquel oficial, la cama y toda la habitación eran más grande que la casa del oficial García.
- Es el hogar temporal de Blue, sabes lo mucho que le gusta los rústico y lo grande — hizo una pausa y miro la habitación en la que nos encontrabamos— la está alquilando por el tiempo en el que nos quedaremos aquí — termino de hablar.
- ¿Y ese tiempo será? — inquirí curiosa.
- A lo mucho tres o cuatro meses — dijo con simpleza.
Asentí, termine de comer el último trozo de pastel y deja la bandeja en la mesita.
Me levanté de la cama y mire la camisa que bestia, era claro que no me pertenecía.
- ¿Tu me cambiaste? — le pregunté con recelo.
- No es nada que ya no haya visto — exclamó en tono seductor.
Golpeé su cabeza con la almohada y abrí uno de los tantos armarios que había en la habitación.
- ¿Que haces? — me preguntó Santi.
- Busco algo que ponerme, se que Blue siempre guarda ropa en todas las habitaciones donde alquila — abrí el último cajón de uno de los armarios y encontré pantalones de distintas tallas, busque hasta encontrar uno de mi talla. Una vez encontré uno me termine de vestir bajo la atenta mirada de Santi.
- ¿Te irás? — me preguntó.
- Si, tengo cosas que hacer y planes que terminar — murmuré — ¿Que harás con respecto a Leo? — me atreví a preguntar.
