35. Call 911

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El silencio en el lugar era ensordecedor, nadie se atrevía a pronunciar palabra alguna, todos estaban en trance, ninguno de los presentes podía creer lo que estaba pasando frente a ellos.
La forma tan fría y despiadada en la que aquella joven golpeaba y quemaba el cuerpo del Señor Fleman los había dejado sin palabras.

Los alaridos de horror y las miradas de asco no se hicieron esperar una vez que el cuerpo del aquel hombre era consumido por las llamas, algunos corrieron, otros fueron empujados y unos pocos se desmayaron en el lugar.

Las sirenas se escuchan en las afueras del Instituto Harrow.

El gimnasio estaba desolado.

Perséfone y el cuerpo en llamas del señor Edwin Fleman eran los únicos que habitaban aquel lugar.

La policía y los paramédicos entraron al gimnasio con precaución.

Los profesores estaban rociando con agua el cuerpo del señor Fleman, los paramédicos se acercaron al cuerpo sin vida del señor Fleman. Este había sido carcomido por las llamas ahora no quedaba más que un cuerpo sin forma.

Uno de los oficiales se acercó a la joven que se encontraba a unos metros del cuerpo de aquel hombre.

- Señorita, ¿Se encuentra usted bien? - se atrevió a preguntar el oficial.

La joven levantó su mirada y la fijo en el, le dió una cálida sonrisa y asintió.

- Solo estoy un poco cansada oficial - admitió ella - el oficial la miro de pies a cabeza, era claro que ella no estaba bien.

- ¿Cree poder levantarse? - hizo una pausa y miro a los demás oficiales que se encontraban interrogando a algunos alumnos y maestros - Necesito que me acompañe a la comisaría para hacerles algunas preguntas - murmuró con suavidad.

- No hay problema - Perséfone extendió ambas manos hacia el oficial - este la miro extrañado.

- ¿Que hace señorita? - le preguntó.

- ¿No me va a esposar? - le preguntó ella con una sonrisa - después de todo soy una asesina - admitió entre risas.

El oficial García miro a la joven con admiración, que una joven de su edad admitiera haber matado a un hombre de esa forma le parecía algo sorprendente. No había visto algo así en sus 30 años de trabajando como oficial.

- ¿Me va a esposar si o no? - inquirio ella - si lo hará, será mejor que lo haga rápido, mis brazos se están cansado - espetó ella con cansancio.

- García, ¿Que hace allí parado? - le preguntó la oficial Bosh - No ve el estado de esta joven - hizo una pausa y miro a la joven - hay que llevarla al hospital a que la revisen y luego procederemos con el interrogatorio - anunció

- Lo siento, me distraje por las preguntas de ella - confesó apenado el.

- Vamos ayúdeme a levantarla y ponerla en una de las camillas - le ordenó ella.

- ¿Que paso con el hombre? - preguntó García.

La oficial Bosh suspiro cansada y lo miro.

- No había nada que pudiéramos hacer por el, murió minutos antes de que llegáramos aquí, los paramédicos están guardando su cuerpo para llevarlo a la morgue - explicó la oficial Bosh.

- El merecía morir - intervino la joven - El daño a Gretta - la oficial Bosh se tenso al oír el nombre de su hija salir de la boca de aquella joven - y a muchas más, era una plaga que debía ser cortada desde la raíz - suspiro y miro a los oficiales - Miren lo que me hizo, no podía dejar que se saliera con la suya confesó la joven con odio.

Los Reyes Del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora