Los Reyes Del Abismo

76. Sediento de tí

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- ¿Piensas beberte toda la botella? — la mire expectante, llevaba toda la mañana sentada en el balcón que daba a la parte trasera de la casa. La detalle detenidamente, llevaba la camisa de alguno de los gemelos, sus piernas blancas estaban descubiertas y sus pies descalzos se movían impacientes, sin olvidar la copa que sujetaba en su mano izquierda y que llenaba cada vez que podía.

- ¿Terminaste de mirarme? — alzó una ceja — Y no es de tu incumbencia si me tomó toda la botella — lleno la copa por cuarta vez y le dió un largo sorbo.

Relamí mis labios sin dejar de mirarla. Sin duda era una mujer hermoso, desde que llegó me pareció una mujer muy linda, su larga cabellera negra y sus rasgos tan finos, sus labios rosados y su rostro bien perfilado fue lo que más llamo mi atención. Jamás podría mentir sobre la belleza que poseía Persefone, pero la actitud y temperamento que tenía la hacía una persona muy difícil de llevar. Nuestras personalidades chocaban, y eso fue lo que inició todo este problema.

- ¿Te quedarás todo el día viéndome? Una foto te ayudaría más — declaró terminando todo el contenido de la copa.

- ¿Por qué no aceptaste la propuesta? — pregunté de golpe, era algo que llevaba tiempo carcomiendo la conciencia — Te estaban dando todo en bandeja de plata, eres la novia y el amor eterno de mis hermanos, la nueva favorita del abuelo, creo que mi tío te ama más que a sus propios hijos, y aún teniendo todo eso a tu favor, decidiste negarte a formar parte de nosotros, ¿Por qué?

- No necesito nada de esto. No necesito que sean mi familia, mi padre es la única familia para mí, no quiero que la gente me conozca por ser una Kast. Puedo ser la novia de tus hermanos, pero jamás seré el amor eterno de ellos, lo nuestro es algo más sexual, más pasional, ellos no me aman, no necesito de tu tío o abuelo me amén — respondió en tono seco.

- ¿Estás segura de que mis hermanos no te aman?, ¿Has visto el brillo que emanan sus ojos al verte reír cerca de ellos?. Todos en esta jodida casa aman esté cerca de ti, a pesar de lo transformada y sádica que eres, todos te aman, eres como una joya en bruto para ellos — repliqué.

- Eso no es amor. Tu no sabes si eso es amor, ellos no me aman, nadie en esta casa sabe el significado de una palabra como esa — se empino la botella, bebiendo el contenido de esta con mucha rapidez — Estoy cansada de que todos hablen de amor, este pueblo de mierda jamás ha sentido lo que es amar de verdad — declaró con voz firme.

- ¿Y tú si?, ¿Sabes lo que es amar?— espete algo cansado.

- No es algo que necesites saber — respondió acercándose a mi —  ¿El gran Thiago sabe lo que es amar? — acaricio mi pecho — ¿Quieres saber lo que es amar? —  rozó sus labios con los míos, estábamos a escasos centrimetros, mi mente aún recordaba aquel beso, el sabor de sus labios y la sensación tan grata que me produjo.