34. Infierno

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Ver tanta emoción y actividad en el instituto es algo extraño

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Ver tanta emoción y actividad en el instituto es algo extraño. Los alumnos con sus padres y sus sonrisas campantes, todos felices y extasiados por el festival de música, el evento que da inicio al tan esperado campeonato.

Institutos de alta elite, padres ricos y estudiantes de todas partes con sus uniformes de gala y sus sonrisas de soy más que todos aquí era una de las pocas cosas que adornaba este gran día.

Adónde sea que dirijas la mirada verás solo falsedad y un ego demasiado alto para un ser humano.

Tire la colilla al suelo y expulse el humo del cigarrillo, arregle mi uniforme y me adentre entre el mar de gente que se encontraba en los pasillos del lugar.

Camine entre la multitud recibiendo algunas miradas de altanería y otras un tanto lascivas.

Alguien tomó mi mano impidiendo que siguiera mi camino, me gire para ver quién era.

- Te necesitan en el tercer piso - me informó un chico pequeño y regordete - lo mire sin entender

- ¿Para que? - inquirí confundida.

Se encogió de hombros

- Me dijeron que era importante, será mejor que subas y averigues para que te necesitan - mascullo - soltó mi mano y se perdió entre la multitud.

Bufé molesta y camine hacia las escaleras para ir al tercer piso

El tercer piso estaba desolado, la mayoría de estudiantes se encontraban en la planta baja o en el gimnasio. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, esto no pintaba nada bien, supongo que fue alguna clase de broma de algún idiota amigo de los Kast.

- Hola, ¿Hay alguien aquí? - grite lo suficientemente alto para quien sea que me haya llamado me escuchará.

Nada, ni un murmullo, ni ruido. Todo era silencio.

Gire dispuesta a irme de allí, cuando la puerta de los vestidores se abrió.

Suspire y camine hacia la puerta, si no había nadie me iría y listo.

- ¿Hola? - grite al entrar en el vestuario - di unos pasos para mirar si alguien se encontraba allí - Nada, otra vez un completo silencio.

La puerta detrás de mí se cerró con mucha fuerza, haciendo eco en el lugar, las manos de alguien tomaron mi cabello con demasiada fuerza.

- No sabes cuántas veces imagine esto - dijo ese alguien detrás de mi.

- Maldito bastardo, seré mejor que me sueltes - le ordené - apretó con más fuerza mi cabello, jalo mi cabeza hacia atrás y pasó lo que creo era un cuchillo , ya que este me hirió el cuello ocasionando que sangrara un poco.

Un grito de dolor brotó de mis labios.

- Suéltame - le volví a ordenar.

- No estás en posición de dar órdenes pequeña - soltó una pequeña risa -no después del espectáculo que hiciste en la cafetería - espetó con furia.

Los Reyes Del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora