+18, violencia, romance, desamor y síndrome de Estocolmo.
¿Que pasará con la vida de Marinette?.
Una azabache emancipada de 18 años, luego de ser secuestrada juntó a otra chica por el famoso diseñador Gabriel Agreste.
Llevada a su mansión en Londres...
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Marinette Dupain Cheng caminaba tranquilamente por la acera de asfalto, con sus manos dentro de los bolsillos de su delantal blanco y su melancólica mirada permaneciendo cabizbaja.
El viento soplando ligeramente movía su falda rosada del uniforme y a su vez, sus mechones azulados sobre su rostro, pero esto no parecía importarle en lo absoluto.
La preocupación de como podría pagar la renta del siguiente mes abordaba únicamente en su cabeza, y ningún otro pensamiento pasaba en ese momento por la mente de la joven chica.
Suspiro pesadamente, viendo fijamente el andar de sus pies mientras se dirigía al café donde solía trabajar para poderse sostener económicamente y a sus estudios.
En cuanto doblo una esquina con pesar levantó su mirada, viendo desinteresada su lugar de trabajo, cuyo se encontraba justo del otro lado de la calle.
La joven espero a que la luz verde del semáforo cambiará, brevemente miro su reloj de muñeca y tan pronto se dio cuenta que llegaba tarde mordió su labio inferior.
Impaciente miraba una y otra vez hacía el aparato, esperando que la luz cambiará y en el preciso instante en qué está lo hizo, no dudo ni por un segundo en bajar uno de sus piés, dispuesta a cruzar, pero...algo la detuvo en seco de hacerlo.
- Listo - Dijeron en unisonido dos varones.
Quienes se encontraban colocando un anuncio nuevo en uno de los postes publicitarios, cuyos se encontraban en diversos lugares céntricos de la ciudad.
En cuanto éstos encendieron el luminoso anuncio se fueron enseguida al dar por cumplida su labor.
Por su parte la fémina de ojos azulados no pudo hacer más que permanecer cautivada por aquello que veía a solo unos cuantos metros de distancia. se acercó apresurada hacía la dichosa publicidad, dónde para su sorpresa decía que el famoso diseñador de modas más reconocido de Londres se haría presente en su ciudad en tan sólo pocos días para llevar a cabo un desfile de moda.
Una gran sonrisa se formó enseguida en sus rosados labios al saber aquella noticia, puesto que no todos los días se presentaba la oportunidad de conocer a su diseñador favorito en persona.
Antes de si quiera poder continuar leyendo la parte inferior el ruido de su reloj estalló su burbuja, avisando el cambio de hora.
Marinette volvió a mirar el aparato y abrió sus ojos completamente al percatarse de que ahora sin duda llegaba 20 minutos tarde, no lo pensó dos veces y corrió despavorida hacía el establecimiento.
Sin saber que aquélla noticia, cuya había leído alegremente, pronto se convertiría en la más trágica que pudo pasarle en su vida.
Puesto que no se esperaría lo que sucedería después de conocer en persona al señor Agreste...
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