"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISA

De regreso.

POV Rosé

Todo esta noche había sido distinto a lo que pensé. Me imaginé que me la pasaría bebiendo junto a Lis y quizás viendo algunas chicas. En su lugar, nos encontramos a nuestras compañeras y a Bambam, formando un grupo bastante peculiar.

Junto a ellos, la fiesta se había tornado bastante más agradable, conocer gente no era un problema para mi, al menos no en Australia, pero aquí en Corea me sentía bastante intimidada. Por suerte, los amigos de Bambam, resultaron ser amigables y fue fácil caer en un hilo de conversación con ellos.

Tenía que admitir que, cuando apareció aquella pelinegra frente a Lis, supe de inmediato que la noche entre nosotras había terminado. Verla coqueteando con tanta facilidad me fascinó, yo era muy tímida para mostrarme así. Eran raras las veces en las que un rayo de valentía se me cruzaba y podía entablar una conversación decente con alguna chica que me gustará.

Lástima que con Jisoo no hubo tal rayo.

Cuando nos marchamos de la fotocopiadora aquel día, y había escuchado su respuesta, mi mente no pudo formar siquiera una maldita frase para continuar la charla. En cambio, llegamos hasta Jennie y Lisa, para irme casi de inmediato.

Tonta, tonta, tonta..

Creí que al estar cerca de Jennie esta noche, cabría la leve esperanza de que ella apareciera. Pero una vez más, tampoco pasó. Aguardé toda la noche verla aunque fuera de lejos, pero no había rastro de ella, entonces considere la posibilidad de  preguntarle por ella a Jennie, pero no sé me ocurrió una manera de hacerlo sin que pareciera interesada.

Finalmente, Jennie fue junto a Bambam y un rato más tarde, tuvieron que llevarla a casa porque al parecer se había descompuesto.

Genial Rosé, tu siempre perdiendo oportunidades.

Lisa la llevo a casa, desde la barra junto a Mina, Jiyho y Daniel, vi a Bambam ir y venir buscando a sus amigos. Creí que posiblemente mi noche terminaría en ese momento.

No fue así.

Mina tomó mi mano y me llevó a bailar junto a la pareja. Nos quedamos el resto de la noche así. Para ser honesta, al principio me sentí cohibida por los movimientos sensuales de Mina, pero con el pasar de las canciones, me acople mejor a ella y bailamos hasta que mis pies ya no dieron abasto.

Para cuando saqué mi móvil, ya eran casi las seis de la mañana. Era hora de irme. Me despedí de cada uno y antes de salir pasé al baño.

La residencia donde me hospedaba quedaba a unas calles del campus, así que una vez que estuve en las afueras de la fiesta, decidí volver caminando hasta mi casa.

Por sobre los edificios, ya podía verse unos débiles rayos de luz que delineban el contorno de los mismos. Caminé lentamente por la primera calle - la primera de nueve- cuando pude sentir el ruido de un motor acercándose lentamente.

No me pareció raro, sólo era un auto que pasaba, pero a esa hora se sentía algo extraño. Aguardé unos segundos a que éste me pasara por completo. Pero los segundos que se supone que tardaría se agotaron y con ellos, mi seguridad.

Comencé a asustarme y caminar más rápido, maldije en voz baja por haber sido tan confiada para tomarme el atrevimiento de regresar caminando. Seúl era una ciudad segura, sí. Pero eso no significaba que estuviera exenta de peligros. Había tomado la decisión a la ligera, sin pensar en los riesgos. Y ahora mismo, sentía mis piernas temblar y el ruido de los neumáticos era cada vez más cercano.

Joder, si frena grita fuerte. Si  frena grita fuerte.

Me repetía una y mil veces mentalmente. Quizás lo más sensato sería salir corriendo pero ¡Mierda! Era un puto auto, no tendría oportunidad. Aún me faltaban ocho calles para llegar.