EXTRA.

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ESPECIAL 15K. ❤

- Buen día cariño.

Murmuró ella pegándose a la espalda de su amada castaña, quien dormía tranquila en su cama. La rodeo con sus brazos y aspiro sobre su nuca, el aroma a frutos rojos que desprendía su cuerpo.

Amaba ese aroma.

Le tomo exactamente una noche para descubrirlo. Una noche y fue para siempre. Una vez que había descubierto el peculiar aroma que su piel desprendia, jamás pudo quitárselo de la cabeza. Tampoco pudo quitarse de la cabeza los cientos de lunares que había descubierto sobre su cuerpo, ni las pequeñas marcas de nacimiento.

Sus puntos débiles. El lugar donde tenía cosquillas. Aquel donde dolía si ejercía presión constante. Todo. Lalisa conocía cada uno de los puntos de Jennie.

Sintió como su novia le tomaba la mano y la apegaba más a su cuerpo, completamente reacia ante la idea de abrir los ojos.

- ¿Qué hora es?.- Preguntó en un gruñido que hizo reír a Lisa.

- La adecuada.- Respondió casi en un murmuro.

Logró romper su agarre y se levantó rápido de la cama mientras escuchaba las protestas de la más baja, aún envuelta en sus sabanas. Contra todas sus suplicas, Lisa abrió las persianas de par en par y contuvo una carcajada cuando Jennie le lanzó una almohada.

- ¡Vaya, nos levantamos agresivas!.- Dijo con una sonrisa divertida en su rostro.- Arriba Ruby Jane, no querrás llegar tarde. Jisoo te matará.

Al escuchar el nombre de la pelinegra, Jennie salto de la cama y corrió hasta la ducha casi en un segundo. Lisa sonrió con gracia mientras salía del cuarto, directo hacía la cocina para preparar el desayuno.

Echó un vistazo hacía la sala, y luego sonrió recordando los días anteriores a la mudanza; cuando Jennie estaba eufórica empacando todo en las cajas, casi desesperada por irse.

Luego de casi tres años de noviazgo, por fín habían decidido mudarse juntas. Bambam no lo tomo muy bien, acostumbrado a tenerlas cerca y compartir noches de pareja junto a Adam - su novio-, se sintió desolado cuando anunciaron su mudanza. Sin embargo, el moreno sabía que era algo necesario. Con el transcurso de los años, la privacidad se volvía cada vez más y más necesaria. Sobre todo cuando Lisa y Jennie compartían sus noches especiales. Especiales y ruidosas.

Lisa preparo todo, también fue directo hacía su cuarto y escogió de entre sus ropas, un vestido blanco, sencillo y elegante, junto a un par de sandalias que hacían juego con su vestido.

- ¿Por qué todo te debe quedar tan bien?.- Dijo la castaña con voz recelosa mientras pasaba por detrás de ella.

- Ruby Jane, no soy yo quien acapara la atención en todos lados.- Le recordó la más alta con un tono bromista.

Vio a través del espejo la figura su querida novia, despojandose de su toalla y colocándose una a una sus prendas. La observó con cuidado, analizó cada uno de sus movimientos, la miro de arriba a abajo, de izquierda a derecha, y en todos los ángulos posibles antes de llegar a una conclusión:

Jennie Kim era simplemente perfecta ante sus ojos.

Desayunaron con algo de prisa y entre risas ansiosas, le quedaban pocos minutos pero aún así se dieron su tiempo de hablar y reír con libertad, como siempre lo hacían. Unos minutos después, cuando Jennie terminó de prepararse, ambas salieron apresuradas del edificio.

"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISAWhere stories live. Discover now