"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISA

Montaña rusa.

POV Jennie

Los siguientes días fueron como una montaña rusa. Una maldita montaña rusa de la que habría preferido bajarme.

Los exámenes comenzaron, yo estaba completamente centrada en los estudios. Con dos carreras, el esfuerzo que debía hacer era el doble. Mucho más en filosofía, porque debía leer una y otra vez los textos, hasta llegar a entenderlos.

Sócrates, Platón eran la base de todo lo demás. No fue que me sentí encantaba, hasta que llegué a Descartes. El método cartesiano y el "pienso y luego existo", me había fascinado, pero eso no hizo las cosas más simples.

La semana del diez de septiembre, comenzó con días llenos de exámenes. Uno tras otro, noche tras noche, me quedaba encerrada en mi cuarto hasta las tres de la madrugada, repasando mis lecciones. Hablandome en voz alta frente al espejo.

Bambam y Lisa no estaban diferentes a mi, podía escuchar a Lalisa desde su cuarto, hablando por móvil con Rosé, Mina y Tzuyu, ayudándose entre ellas. Bambam y JB las imitaban. Solían quedarse hasta más tarde que yo.

La casa estaba envuelta en otra  atmósfera. Se podía sentir los nervios de cada de uno de nosotros. Durante esos días, prefería dormir sola. Bambam, a regañadientes, aceptó mi decisión.

Para el veintitrés de septiembre, día viernes, por fín había terminado con mi último examen del semestre. Había sido de artes, al salir, Chae me abrazo agotada pero felíz.

Aprobadas.

Al salir del campus, me dispuse a volver a casa y dormir los dos días que duraba el fin de semana, sin dejar que nadie me interrumpiera.

En el camino, Bambam me llama para decirme que su último examen salió bien y que iría con JB y los demás a beber algo, llegaría más tarde. No me opuse, yo no podía ofrecerle diversión ahora, estaba muy cansada para eso.

Al llegar a casa, las luz de la cocina estaba encendida, pero no había nadie allí. Subí los escalones uno a uno, la puerta de Lisa estaba abierta.

Me asomé lentamente por el marco, ella estaba tendida en su cama con un libro en manos. Apenas notó mi presencia, lo bajó.

- ¿Cómo te fue?.- Me pregunto con verdadero interés.

Asentí rítmicamente.- Me fue bien, aprobé.- Digo sin ocultar mi felicidad.

Ella me sonríe ampliamente.- Felicidades Jen.

Jen.

La forma en que me llama me hace sentir cálida. Estoy feliz de contarle a ella sobre mis logros. Sé que realmente está alegre por mis logros.

- Debes estar cansada.- Dice y se mueve a un lado de cama.- Ven.

Me llama palmeando el espacio vacío en su cama, con una sonrisa gentil que hace saltar a mi corazón de anticipó.

Acostarme con Lisa.

Jamás había considerado eso, ni en mis más profundos deseos. Pero no encontraba nada de malo en ello. No lo era. ¿Verdad? Después de todo, ya hemos compartido otras cosas.

- Jen.- Me llama una vez más.- Ven.- Insiste.

Yo camino hacía su cama, su mirada hace que mi rostro arda de vergüenza, pero ella no parece inmutarse. Si está nerviosa como yo, no lo demuestra ni un poco.

Dejo caer mi bolso, a un lado de su mesa de noche y me siento en el borde de su cama. Ella mira atenta mis movimientos, hasta que me recuesto.

Siento mi corazón martillar con fuerza y me convenzo a mi misma, que se debe a que no he compartido está clase de encuentros con ella. Pero ahora es diferente, tenemos confianza.