"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISA

Rumores.

POV Jennie

Una vez más estoy sentada al borde de mi cama, mirando el lienzo que desde hace días, ha estado igual de pálido, con apenas unos trazos que han permanecido igual de débiles.

Los días en la Universidad no podrían parecerme más aburridos y desinteresados. Mientras que la compañia de mis amigas, se ha vuelto más una escapatoria que una distracción. Bambam y yo.. ya no estoy tan segura si somos Bambam y yo. Las cosas a veces marchan bien y a veces pareciera que ni siquiera conozco a la persona con la duermo.

Tengo la mente en otra parte.

He intentando no quedarme a solas con Jisoo, sé que tiene un interrogatorio bien  planeado para mi, sólo aguarda el momento correcto para disparar sus preguntas sin filtro alguno. Gracias al cielo, Nayeon, Chae y Jihyo siempre están presentes, retrasando lo inevitable. Por alguna razón, todavía no me siento lista para escuchar mis propias respuestas.

Una semana y media.

Ha pasado una semana y media desde que Lisa dejo la casa, y pareciera que ha pasado más tiempo por la forma en que se oxidan las cosas. A veces la veo, a lo lejos. Siempre con Joy, a veces con Rosé y sus compañeras. Pero siempre está Joy.

Mi mente todavía gira sin freno sobre la conversación que conllevó a todo esto. Las frases de fragmentan y se reagrupan una y otra vez, cada vez que logró identificar su melena castaña clara a lo lejos. El enojo también está presente.

Cada vez que la veo sonreirse no puedo evitar preguntarme, si realmente estaba interesada en Joy pero estaba asustada ¿Valió la pena toda esta pelea para que se diera cuenta? La respuesta no me gusta y me molesta. No debería importarme.

Una noche mientras cenamos con Bambam en el sillón de la sala, una sonrisa se escapa mientras ve su móvil. Aguarda unos segundos, hasta que finalmente habla.

- JB me dio una buena noticia..- Dice sonriendo de lado.- Al parecer mi primita sento cabeza.

No sé qué responder. Siento un pitido nítido en mis oídos, terminó dejando mi plato a medias y durmiendo en mi cuarto.

Dos semanas se cumplen. Estos días no la he visto, ni de cerca ni de lejos. Tengo las tardes libres por ahora, así que me la paso dentro de mi cuarto, girando en la silla de mi escritorio, escarbando en mi cabeza alguna nueva idea que pueda plasmar. Los bordes dibujados con lapiz siguen en mi lienzo, débiles y descoloridos.

Puerta, comoda, cama, ventana, closet, escritorio. Puerta, comoda, cama, ventana, closet, escritorio. Puerta, comoda, cama, ventana, closet, escritorio.

La misma secuencia se repite una y otra vez mientras giro sobre mi eje, en mi silla. Tengo mi pincel en las manos y unos botes de pinturas abiertos pero que no he tocado aún. Mi manos siguen pulcramente limpias, no se han ensuciado de nada en un buen par de días.

Mis pies tocan el suelo, deteniendo mi silla, y dejo caer mi cabeza hacía atras. Mi lienzo descansa frente mi closet. Lo observó y me pregunto en qué momento se ha vuelto tan difícil perderme en mi mundo.

Jamás he estado tan dispersa y desconectada.

¿Qué sucede contigo Ruby?

Unos pasos se detienen a mis espaldas, mis ojos se cierran de cansancio.

Debí cerrar la puerta.

No pensé que Bambam regresaría tan pronto, con suerte llegaba pasadas las siete y con algunas copas encima. Hoy no parece ser mi día de suerte. No es que repela su presencia, pero mi humor es casi inexistente y prefiero estar sola.