"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISA

Más cerca.

POV Jennie

Para el día siguiente, todo cambia.

Lalisa se despierta, pero no habla en lo absoluto, parece más que absorta en sus pensamientos. Su rostro parece cansado, y no hay ni un atisbo de ánimo en sus movimientos.

Durante el desayuno, Bambam la bombardea a preguntas pero en vano. Ella continúa en su silencio, sin emitir ninguna palabra. Y su rostro está tan inexpresivo, que por un momento dudo que realmente esté escuchando.

Le pido a Bambam darle su espacio. Al igual que él, también estoy preocupada por ella. Sin embargo, ahogarla en preguntas, no tendrá resultado ahora. Necesita tiempo.

Más tarde, ambos dejamos la casa para asistir a clases. Una parte mía se dedica durante toda la mañana, a resistirse en escuchar a los profesores para así tener un motivo para volver a casa.

Pero lo soporto.

Cuando termino todo, a Bambam aún le quedan un par de horas más. Yo, sin poder soportar la espera, salgo disparada a casa. Sé por Jisoo, que Rosé está sola y eso sólo significa que Lisa se ha quedado en casa todo el día.

Una vez que llego al porche de la casa, relajo mis pasos, y entro intentando no hacer ruido. La casa está sumergida en un completo silencio, subo lentamente las escaleras, veo que la puerta del cuarto de Lisa está entre abierta.

Camino hacía ella con inseguridad, siento mis piernas temblando a medida que me acerco al roble oscuro de su puerta. Golpeo suavemente, pero no responde. Insisto.

- Lis.. Soy yo.- Digo en voz baja.- ¿Puedo entrar?

Más silencio.

Medio derrotada, volteo para continuar mi camino hacia mi cuarto, cuando estoy llegando a mi puerta, a punto de encerrarme, escucho un ruido seco. Volteo, y veo que su puerta está cerrada por completo.

Una indirecta bastante directa. Pero lo respeto.

Me encierro en mi habitación, sintiendo un peso doloroso que intento ignorar. No estoy mal porque Lisa no quiera hablar conmigo. No.

Sólo me preocupo. Me preocupa su silencio. Me preocupa que esté distante.

Me molesta que luego de haberla consolado, me cierre su puerta.

Me molesta que no confíe en mi.

Y definitivamente me molesta que esté intentando alejarme.

- Carajo.- Murmuro dejándome caer en mi cama y siento mi pecho apretarse.

¿Por qué se siente tan mal? ¿Por qué me duele saber que no confía en mi? ¿Qué me hizo creer eso?

Lalisa me ayudó el día que deje caer mi pintura. Me llevó a bailar cuando Bambam me dejó votada. Ceno conmigo durante varias noches, sólo para intentar distraerme de todo. Me felicito por aprobar mi examen. También colgó mi pintura en su pared.

Lo vi la noche anterior, mientras intentaba calmarla.

¿Por qué yo no puedo hacer lo mismo?

- Jennie.- Su voz, acompañada de algunos golpes, me devuelve a la realidad de un susto.

Todavía no sé si fue un producto de mis pensamiento, pero aún así me levanto y camino directo a mi puerta.

Si es ella.

Tiene la cabeza baja, y veo que lleva su traje deportivo puesto. Jamás, en estos meses, he visto a Lalisa salir a correr un día de semana, mucho menos durante la tarde. Pero parecer ser esa su idea.