Protectora.

8.5K 1K 357
                                    


POV Lisa

Rosé durmió abrazada a mi, fue algo diferente a lo que acostumbraba. Jamás había compartido la cama con nadie, y lo más cercano a eso, fueron algunas veces que Bambam se recosto sobre mis piernas a llorar por sus fallidas relaciones y terminó dormido así.

Y ahora la escena se repetia.

Rosé estaba recostada, aún lado, luego de haber llorado contándome sobre el amigo de Jisoo y cómo descubrió que ante los ojos de la pelinegra, ella también lo era.

O al menos eso pensaba ella.

No supe que decirle, yo también estaba casi segura que la atracción era mutua. Quizás fue muy una hipótesis apresurada.

Por mucho que intente dormir esa noche, no lo logré. Sólo me asegure que ella permaneciera comoda, y tranquila. Escuche a Bambam y Jennie llegar, pero fueron directo a su cuarto.

Me deslice fuera de la cama, y salí a tientas para comer algo. Si algo me provocaba el insomnio, era hambre y malhumor. Y ese día, estaba bastante molesta. Aunque no fuéramos viejas amiga, Rosé era alguien importante para mi y verla sufrir, no era algo que toleraria.

No después de Bambam.

Estaba sirviendome una taza de café, di dos largos tragos intentando ahuyentar el sabor agrio que crecía en mi garganta. Pero todo fue para peor.

Escuché delicados pasos bajar desde la planta de arriba, supe de inmediato quien era. No era difícil distinguir sus pasos, cuando habíamos pasado más de un mes compartiendo la casa.

- Buen día.- Saludo a mis espaldas.

- Buen día.- Murmuré con mi mandíbula tensa.

- Mm, ¿Puedo robarte algo de ese café?.- Preguntó con simpatía mientras se acercaba.

- Claro.- Me aleje de la cafetera y tome asiento bruscamente en la mesa.

- ¿Todo bien?.- Preguntó al examinar mi rostro.

- Sí.- Contesté a la defensiva y me arrepentí al instante cuando la vi voltearse aflijida.

Ella no volvió a preguntar, terminó de servirce café y se quedó allí parada, mirando por una pequeña ventana que teníamos junto al fregadero. Tenía tantas ganas de pedirme que tomará asiento, y que si estaba enojada no era con ella.

- Rosé vino anoche.- Dije sin quitar la mirada de mi taza.- Estaba.. triste y no dormir bien.- Podía sentir la mirada de ella clavada en mi.

- ¿Está aquí?.- Caminó hasta la mesa.

Asentí.- Esta durmiendo..

- ¿En tu cama?.- Volví a afirmar.- ¿Le ocurrió algo malo?.- Preguntó preocupada.

- Algo terrible.- Afirme.

Vi como su rostro se torno alterado, y sujeto con fuerza la taza entre sus manos.

- ¿Qué?

- Se enamoró.- Clave mis ojos en ella.

Fruncio el ceño y negó sin entender. Estaba segura que esperaba ver una sonrisa divertida para entonces comenzar a reír. Pero mi rostro permaneció serio y duro, cosa que la inquieto notoriamente.

- ¿Es una broma?.- Preguntó desconcertada.

- ¿Lo parece?.- Cuestione impasible.

- Lis.. el amor no es malo.- Explicó con una sonrisa.- Es amor y a veces, trae efectos secundarios como esos.- Negué energicamente.

"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora