No es una cita.

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POV Rosé

- ¡¿Por qué es tan difícil encontrar ropa?!.- Grité lanzando una camisa hacía mi armario.

Me deje caer sobre la cama, completamente frustrada y a punto de llorar. Mire el reloj sobre mi mesa de noche, ya casi eran las seis y tenía que salir.

- Hey, ¿Por qué tantos gritos?.- Preguntó Irene desde el pasillo.- ¿Rosé?.- Golpeó la puerta.

Rode sobre mi cuerpo y escondí mi rostro en el colchón, la puerta se abrió y escuche a Irene entrar con cuidado.

- Rosie ¿Qué pasó aquí? ¿Por qué toda tu ropa está tirada?.- Palmeo mi espalda.

Me encogí de hombros. Estaba tan molesta, que estaba a punto de coger el móvil para decirle a Jisoo que no podría ir.

- ¿Vas a salir?

- Iba.

- Y ¿Por qué ya no?.- Preguntó con curiosidad.

-  Porque no tengo nada para ponerme.- Gire sobre mi para verla.

Ella dio un vistazo hacía la habitación y luego me miro con una ceja levantada.

- ¿Qué?.- Pregunté con impaciencia.

- No soy una sabelotodo, pero.. todo esto ¿A caso no es ropa?.- Preguntó con diversion.

Oculte mi rostro sobre el colchón y lloriquee otra vez, sentía a Irene reír levemente mientras acariciaba mi espalda.

- ¿Es por esa chica? Emm ¿Jisoo?.- Asentí sin moverme.

Todo venía demasiado fantastico, desde la noche de la fiesta había tenido oportunidad de hablar un poco más con Jisoo. Pero yo seguía siendo tan torpe.

Ella me conversaba con tanta naturalidad, era tan espontánea  y yo no podía dejar de babear cada vez que me sonreía. Al comienzo nuestras  charlas siempre eran agradables, divertidas y tranquilas. Pero luego llegaba ese momento en el que comenzaba a analizarlo todo, cómo seguir, qué decir, sí debería preguntarle más sobre ella.

Lamentablemente todo siempre terminaba siendo incómodo. Al menos para mi. Porque ella se esforzaba en ignorar eso y continuar como si a mi no me estuvieran matando los nervios.

Jisoo me gustaba. Mucho.

Si cuando no la conocí no podía quitarle mis ojos de encima, ahora que la cruzaba todo el tiempo y tenía unos minutos para charlar con ella, era imposible sacarla de mi cabeza. Me sentía una psicópata. Era la primera vez que sentía una atracción tan fuerte y no me sentía capaz de controlarla, mucho menos cuando me sonreía.

- Me invito a salir..- Murmuré.- Necesita ayuda para traducir algo.. y me invito está tarde a ir por un café..- Suspire.

- Rosie.. Estás actuando muy precipitadamente, ven.- Me jaló del brazo.- Vamos, ponte de pié.- Pidió mientras se esforzaba por levantarme.

Me paré sin ánimos, ella me miro de pies a cabeza y negó. La vi hurgar entre mis prendas, tirando camisas, blusas, pantalones, todo lo que encontraba a su paso. Examinó atentamente cada prenda.

- Lo tengo.- Dijo cogiendo un par de jeans hanchos y rasgados.- Esto se verá casual y lo casual en ti se ve sexy.- Me guiño un ojo y reí divertida.- Quítate eso.- Me ordenó y tiro el jean en la cama.

Volvió a revolver entre la montaña se ropa, la vi analizar mis blusas una por una. Parecía una importante diseñadora intentando elegir las prendas para su desfile.

- Correcto, nada de esto sirve.- Hablo arrojando la última de mis blusas al suelo.- Sin ofender.- Aclaró.- Ahora regreso.- Anunció.

Rápidamente se perdió en el pasillo, mientras ella estuvo fuera, yo me acerqué al baño para lavar mi rostro y cepillar mi cabello y lo dejarlo suelto como de costumbre. Aplique un poco de base y un lápiz labial con un rosa muy claro, similar al tono natural de mis labios.

"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISAWhere stories live. Discover now