change ; mclennon

16

Paul estaba sorprendido, y es que realmente no se esperó aquello, la chica que estaba de puntillas besándolo se separó de inmediato al cabo de segundos y lo miró expectante, él realmente no sabía cómo reaccionar.

—¿Qué sentiste? —preguntó ella, el muchacho se mostró un poco serio a continuación, pensando.

—No tengo la intención de ofenderte, pero no me gustó —ahora le sonrió levemente, un poco apenado.— creo que me gusta más la idea de besar a un chico.

—Lamento haberte besado, pero supongo que sirvió de algo. Felicidades, eres gay. —ella celebró, haciéndolo reír suavemente.

—Bueno, al menos si no somos algo más podemos ser buenos amigos ¿no? —murmuró él, pues el principal motivo por el cual habían hablado era para aquello, salir y ver si podía surgir algo de allí.

—Por supuesto, eres agradable Paul. —ella estiró su mano, y él la tomó estrechandola amistosamente.

John quería llorar, luego de ver aquél beso se volteó dolido y molesto, no podía creer lo que esa atrevida muchacha había hecho, y Paul ni siquiera la había alejado. Lo sabía, sabía que no debía confiarse, que Paul era heterosexual y que nunca sería tomado en cuenta. Richard también había presenciado la escena y se sintió terrible por su amigo, su expresión lo había dicho todo.

Paul regresó junto a ellos con una sonrisa en el rostro, libre de preocupaciones al fin, sintiéndose tan contento que tenía ganas de tomar un micrófono y gritar que le gustaba un chico y no se sentía mal al respecto.

—Veo que lo pasabas bien allá. —John comentó, queriendo sonar gracioso, pero no fue así.

—Oh, ella es sólo una amiga, me preguntó si podía besarme y accedí, ella quería quitarse algunas dudas. —se excusó de inmediato, no queriendo quedar mal.

—Entonces eres un buen amigo. —murmuró el de cabello castaño con un tono sarcástico, Paul lo observó confundido.

El ambiente se había tornado extraño, por lo que nadie decidió decir nada más y se marcharon a donde se supone que irían en primer lugar.
El resto del día Lennon se comportó extraño frente a Paul, que no lo pasó por alto en ningún momento, incluso en las clases evitaba charlar demasiado, dándole respuestas cortas, con las bobas excusas de que estaba concentrado en la clase. Ringo había notado el comportamiento de su amigo y le pareció absurdo, de esa forma le demostraba claramente que se había puesto celoso y el muchacho podría malinterpretarlo. Al final de las clases John se marchó rápidamente, tenía ganas de llorar contra su almohada y no salir de su habitación jamás, pero sus planes se vieron interrumpidos por un leve tironeo en su brazo, deteniendo su caminar.

—John —llamó su nombre aquella dulce voz.— ¿podemos hablar?

—Debo ir a casa Paul, Mimi me pidió ayuda con algo y no puedo tardar. —le sonrió suavemente, excusando su escape.

—¿Y si te visito más tarde? Tengo algo que decirte. —preguntó nuevamente, y sí, estaba dispuesto a confesarle lo que sentía, al llevar poco tiempo gustandole -o aceptado que le gustaba- tal vez sería menos doloroso ser rechazado de inmediato y no ilusionarse.

—Iré a casa de mamá luego de terminar con Mimi. —anunció, Paul se mostró un poquito desilusionado, pero no quería seguir insistiendo.

—Okay, ¿al menos puedo llamarte? —preguntó como última opción.

—Si no estoy ocupado, te llamaré yo. —accedió finalmente, y quiso morir al verlo sonreír.

Estaba enamorado.