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26

—¿Ya se decidieron? —el simpático neurocirujano de nombre Patrick estaba frente a ellos, Paul y su padre estaban en la bendita cita médica de una vez, ansiosos. John había decidido comprar algo para comer en lo que esperaba que ellos terminaran así que estaba en la cafetería.

Luego de la clases Jim los recogió a ambos de la escuela y se los llevó directamente al hospital, Paul estaba nervioso, si bien había hablado con su padre los días previos respecto a la decisión que tomarían, temía que pudiera arrepentirse a último minuto.

—Sé que están nerviosos al respecto, lo único que puedo hacer es pedirles que estén calmados. Antes de que me digan su decisión debo comentarles algo que mi equipo médico me ha sugerido anteriormente. —ellos asintieron.

—Lo escuchamos. —fueron las temblorosas palabras del adolescente.

—Podríamos realizarte un pequeña cirugía pronto, en ella te extirparemos una pequeña muestra de la masa o tumor y veremos si es benigna o maligna, de ser el primer caso, y el que creo que es, les recomendaría la cirugía ya que gracias a la tomografía del muchacho nos dimos cuenta de que está en una zona accesible. —a pesar de la buena noticia, no dejaban de sentirse angustiados.

—¿Es muy riesgoso extraer la muestra? —el profesional le sonrió a James.

—Haremos un pequeño agujero en su cráneo donde vamos a insertar una pequeña sonda para guiarnos, con otros instrumentos extraeremos la muestra, es una invasión mínima, luego de eso tendremos los resultados. —padre e hijo se observaron por segundos, sabiendo que pensaban en lo mismo.

—¿Cuando se la realizarán? —fueron las palabras de Jim, el profesional sonrió.

—Veré que mi agenda esté libre para el próximo jueves, de ser así los llamaré en los siguientes días. —ellos asintieron.

El amable hombre se despidió de ambos con apretones de mano, ambos McCartney salieron de la habitación dirigiéndose a la cafetería para buscar a Lennon. John cargaba botellas de agua y sándwiches para cada uno, haciéndolos sonreír por el detalle, sin más caminaron hasta el auto para quedarse unos minutos allí comiéndose sus cosas.

—¿Cómo les fue? —el castaño preguntó, mientras le daba un enorme mordisco a su sándwich.

—Podría decirse que bien, me quieren abrir la cabeza la próxima semana. —sus palabras causaron que su novio se atragantara con la comida, teniendo que beber agua para calmar la tos.

—¡Paul! —su padre lo regañó, el chico sólo acarició la espalda de John en forma de disculpas, y con la intención de que se calmara.

—Lo siento Johnny... —acto seguido dejó un besito en su frente, sus ojos estaban llorosos por el ataque de tos gracias a su pequeño accidente.

—Tomarán una muestra del tumor en su cerebro para analizarla, luego nos darán un resultado, por lo que no tuvimos que escoger una decisión de inmediato. —fueron las palabras del adulto.

—Dios... y-yo creí que sería la cirugía definitiva. —Paul murmuró un lo siento por haberlo preocupado.
Gracias a que hacía calor ese día el castaño se había remangado la camisa hasta la altura de sus codos, el de pestañas rizadas amaba los fuertes y pálidos brazos del chico y le gustaba ser abrazado por ellos, por lo que no dudó en meterse por debajo de su extremidades, sonriendo victorioso cuando lo abrazó.

—Oh no, quiero que se separen, están dando muchas muestras de amor. —Jim deseaba con todo su ser tener un rociador en ese momento para empaparlos con pequeñas gotitas de agua.

—Lo siento. —se disculpó John soltando al chico, mientras se sonría junto a su novio como cómplices.

John estaba invitado por parte de James a pasar la noche nuevamente en su casa, y aunque la idea de dormir junto a su novio era bastante tentadora, tendrían el día siguiente para disfrutar del otro sin un padre que armaba un colchón en el suelo para intentar alejarlos, por lo que se negó de forma cortés utilizando la excusa de que su tía Mimi se sentía sola en casa y no quería dejarla, Paul no le creyó en lo absoluto y fingió molestarse con John, haciendo un puchero y cruzando los brazos como un niño pequeño.