Capitulo 17

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Tras el concierto, la suite estaba abarrotada. Los miembros del grupo, la prensa, los músicos, las groupies... había toda clase de gente en aquella habitación que unas horas antes le había parecido enorme. El alcohol corría a raudales. Rayas de polvo blanco cubrían una mesita de café de cristal. Una joven, probablemente menor, estaba arrodillada ante ella, esnifando por la nariz. A su alrededor, un puñado de invitados esperaban su turno. En la esquina, Bryan sostenía a una rubia ebria en el regazo. Los pezones de la joven presionaron contra una ceñida blusa turquesa cuando Bryan se los acarició con la mano. La otra mano la había deslizado bajo la minifalda para apartar el tanga a un lado y juguetear con su sexo a la vista de todo el mundo.

«¿Así era como vivía Jack? »

A Lena le palpitaba la cabeza. Gente que no conocía la paraba para felicitarla por su compromiso. Compromiso que la había cogido de improviso hacía solo unas horas y con el que no estaba de acuerdo.

No quería herir los sentimientos de Jack, pero era incapaz de vivir de esa manera.

Se abrió la puerta de la suite y Jack entró sin prisa alguna y con una sonrisa radiante y perfectamente simétrica en su cara. La pequeña multitud vitoreo. Bryan hizo una pausa en el vaivén que mantenía con la rubia para saludarle con la mano. A espaldas de Jack, Carl frunció el ceño al percatarse de la escena y susurró algo en el oído de Jack, provocando que la sonrisa de éste se tornara feroz, y que se girara hacia él con los puños cerrados.

«Mmmm... fuera lo que fuese lo que Carl le había dicho, a Jack no le había gustado»

Ambos intercambiaron unas palabras, palabras mal sonantes, supuso Lena por el lenguaje corporal. Luego Jack se apartó y se dirigió hacia ella.

—Hola nena —forzó una nueva sonrisa y le agarró del brazo, levantándola del sofá y cogiéndola entre sus brazos — Vayamos fuera y apartémonos de todo esto.

Como había estado esperando la oportunidad para hablar con Jack, ella no se resistió cuando él la tomó de la mano y la condujo al otro lado de la habitación. Se encaminaron hacia la puerta corredera para salir al balcón, pasando prácticamente por encima del último tío que se estaba metiendo una raya y tropezándose con un Bryan en pleno movimiento.

— ¿A dónde vas, hombre? — Preguntó Bryan, luego volvió a penetrar a la rubia para que lo cabalgara de nuevo — No te vayas muy lejos, esta chica está que arde.

La mirada de Jack se deslizó sobre ellos. Bryan le había quitado la blusa a la chica y sus pechos rebotaban con cada envite que él prodigaba a aquel cuerpo flexible. La joven estaba ruborizada, tenía los ojos turbios y medio cerrados. Y parecía muy colocada.

— ¿Sí....? ¿Por qué no te buscas un dormitorio? Carl me echará una buena bronca si sigues tirándotela delante de todo el mundo.

—No te preocupes y únete a nosotros, hombre. Su coño está bien apretado, y quiere otra polla en su culo virgen, lo está reservando para ti.

Lena dio un paso hacia atrás instintivamente. Estaba segura de que la rubia no estaba en su sano juicio en ese momento y lo más seguro era que ni siquiera supiera lo que quería.

Tras mirar furtivamente a Lena, Jack negó con la cabeza.

—Voy a salir con Lena al balcón. Búscate un dormitorio.

Bryan puso los ojos en blanco y se quejó, pero se puso de pié y levantó a la rubia, manteniéndola empalada a su miembro y obligándola a rodearle con las piernas.

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