Capitulo 35

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Antes de empezar a leer me gustaría si pudieran decirme si el capitulo anterior les apareció completo? hubo algún problema?

Tres días más tarde, después de que su padre se hubiera instalado en casa de Winn y después de que se apaciguara un poco el fervor desatado por los medios de comunicación sobre el intento de asesinato de Carl, Kara llamó a la puerta de Lena a las siete en punto de la tarde, tal y como ella le había pedido.

Llevaba un ramo de flores en una mano y con la otra intentaba aflojarse los botones de la camisa de seda blanca que había decidido ponerse y que parecía estrangularla. Pero quería presentar su mejor aspecto. Tratarla como era debido. Hacerlo lo mejor posible. Aquella noche iba a ser la prueba de fuego. Cuando se arreglarían o romperían las cosas entre ellas.

Lena abrió la puerta vestida con una blusa vaporosa de color blanco que parecía diseñada para que a Kara se le salieran los ojos de las órbitas. El escote llegaba casi hasta el ombligo. Además, llevaba una falda negra y corta.

Maldición, si tenía que mirarla durante toda la cena llevando eso puesto, iba a sufrir una auténtica tortura.

—Hola. —Lena cogió las flores que le tendía, dio un paso atrás y la invitó a entrar.

Intentando disimular lo mejor que pudo el estremecimiento que le provocaron esos pensamientos, Kara subió los escalones de la entrada y cerró la puerta. La mesa estaba dispuesta con velas, y en la sala sonaba una música sutilmente erótica. Olía muy bien. A comida italiana. Pero cuando Lena se dio la vuelta para buscar un jarrón donde poner las flores, Kara vio que la blusa dejaba la espalda al aire y aquella necesidad de tocarla la golpeó de lleno.

Incluso así, se sintió muy nerviosa. ¿Y si no podía hacerlo con Lena, ella sola? Quería hacerlo, Dios lo sabía, pero

Antes de que Kara pudiera continuar con aquellos destructivos pensamientos, agarró a Lena por los brazos y la estrechó contra su pecho, acariciándole las caderas. Sin duda, Lena notaría al instante lo dura que la ponía.

—¿Te has puesto eso para volverme loca? Pues funciona.

Lena le brindó una mirada descarada por encima del hombro casi desnudo. Kara había pensado que no podría llegar a estar más excitada. Lena le hizo darse cuenta de que no era así.

—Mmm, tengo que pedirte un favor.

—¿Un favor? ¿Cuál? —Su expresión no revelaba nada.

Lena dejó las flores sobre el aparador y alzó los brazos hasta su cuello, subiéndole la temperatura unos cuantos grados más. Oh, sí, el deseo de hacer el amor con ella, estaba allí. De eso no cabía duda. Sólo tenía que seguir con ese pensamiento.

—Quiero saber de qué manera te gusta mantener relaciones sexuales —le acarició con la mano el abdomen, el pecho y el hombro— al estar solas tú y yo.

Kara tragó aire. Unas semanas atrás, cuando había acudido a casa de Alex buscando su ayuda, le había dicho unas palabras muy parecidas. Kara había pensado que era una locura, y Lena había hablado como si su vida sexual fuera algo del otro mundo. Ahora lo era por lo menos para Kara.

No había hecho el amor con una mujer ella sola desde Imra. Esa noche, tenía que intentarlo. Por el bien de Lena. Por el bien de las dos.

—No estoy segura de eso. —Aquella honestidad resultaba dolorosa, pero tenía que ser sincera.

—Lo resolveremos juntas. Primero cenamos o —Lena dirigió la mirada al pasillo en penumbra.

La luz de las velas iluminaba la salita con un resplandor dorado. Y, demonios, Lena olía a algo categóricamente comestible. Pero aun así, dudó. No tenía prisa en quedar en evidencia si al final fracasaba aquella noche. Pero cenar primero tampoco le iba a ayudar a mantener el miembro duro como una piedra si resurgían sus miedos.

DECADENTWhere stories live. Discover now