26| Jealousy.

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Vicky tuvo que irse, debía estar en su celda para cuando iniciara el conteo de reclusas o de lo contrario estaría en serios problemas.

Nos despedimos con un beso en los labios mientras que yo por mi parte luego de aquella fiesta de polvos dormí toda la noche como un bebé.

No hacía tanto frío como ayer pero aún así mis pies estaban helados.

Abrí los ojos suavemente, la habitación estaba completamente iluminada por la luz del sol así que posé mi mano frente a mis ojos para evitar el contacto directo con la claridad.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño, aún estaba desnuda así que decidí tomar una rápida ducha y lavar las perlas que llevo por dientes.

Me puse el uniforme y los zapatos como de costumbre.

Una vez bañada y vestida me acerqué a una de las ventanas para admirar el panorama, imaginé que el lugar aún estaría cubierto por la nieve pero para mi sorpresa el hielo se había esfumado, todo estaba seco.

Giré mi atención hacia la mesilla de noche, sobre ella reposaba el vibrador, justo a un lado de mi nuevo móvil.

Me acerqué y tomé el teléfono entre mis manos.

Encendí la pantalla y asombrosamente ya tenía varios mensajes sin leer.

Entré a la bandeja de textos y para mi sorpresa sólo había dos contactos agendados, Cara y mi madre.

De: Cara.
Para: Olivia.
'He ido al doctor, la ecografía dice que todo está perfecto, no puedo esperar para enseñarte la fotografía del ultrasonido'.

─Genial, el bebé tendrá dos madres, una loca y una presa. ─musité luego de leer el mensaje.

De: Cara.
Para: Olivia.
'Mi manager me ha propuesto hacer pública la noticia del embarazo, dice que podría tener el foco de atención por un buen tiempo'.

Coloqué los ojos en blanco.

El manager de Cara es un hijo de puta, la explota lo más que puede, estoy segura que le sacará todo el jugo posible a la noticia del bebé.

Decidí no leer el resto de los mensajes, seguro todos eran de Cara hablando respecto a su vida como estrella pública.

Seguí navegando tranquilamente en el móvil y mientras checaba la aplicación de música una voz femenina rompió las masas de aire.

Me giré sobre mis talones con rapidez y no pude evitar estremecerme.

─¡Gloria! ─exclamé─. Casi me da un ataque al corazón, me diste un buen susto. ─resoplé.

─Lo siento, sólo he venido a dejarte el desayuno. ─contestó mientras me extendía una bandeja con una sonrisa.

─Muchísimas gracias. ─mis fosas nasales se dispararon automáticamente─. Huele muy bien. ─añadí.

Tomé la comida y la puse en la esquina de la cama.

Me apresure a levantar la tapilla para descubrir qué era lo que olía tan bien.

Era puré de papas con jamón y huevos revueltos, a un lado un pequeño tazón de frutas y unos hotcakes hechos de avena.

─Dios, se ve maravilloso. ─dije mientras tomaba una cuchara y la hundía en el puré para luego llevarlo directo a mi boca.

Hice una mueca luego de que mis papilas degustaran ese delicioso sabor a jamón ahumado combinado con las papas y el queso.

─Traigo un mensaje para ti. ─habló Gloria mientras se acomodaba las manos en la cintura.

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