47| Grey & Yang.

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VICTORIA's POV. 

Luego de que la rubia abandonara la habitación supe que esta sería mi única oportunidad, fue así como me armé de valor y atravesé el pasillo para finalmente colarme en la habitación que se encontraba Olivia.

Se veía tan indefensa, había un pequeño aparato conectado a su dedo índice y a un lado, en la pantalla de un monitor aparecía lo que según había visto en películas era su pulso cardiaco.

Mientras que mil cosas atravesaban por mi mente en ese preciso instante sólo deseaba hacer una cosa, tomar a mi chica de la mano y sacarla de este lugar.

De repente, mientras me encontraba creando rápidamente un plan en mi cabeza el móvil de Olivia comenzó a sonar dentro de mi bolso.

Metí mi mano al interior de la bolsa y saqué el teléfono, era una llamada entrante de Zyad. 

Deslicé mi dedo por el botón verde que aparecía en la pantalla y me llevé el teléfono a la oreja.

─Estoy un poco ocupada ahora, ¿Qué ocurre? ─me apresuré a comentar.

─Ya se han dado cuenta de que te has fugado, los antimotines están yendo rumbo al hospital a buscarte, todos aquí dentro piensan que has sido tu quien apuñaló a Olivia. ─soltó de golpe.

Me paralicé de inmediato. 

Que me inculparan por otro intento de homicidio era lo que menos me importaba justo ahora, lo único que me parecía significativo era sacar a Liv de aquí antes de que esos sujetos llegaran. 

Justo cuando pensé que la cosa no podía ir peor de repente la puerta comenzó a abrirse lentamente.

Sentí que el planeta había parado de girar y se me cortó la respiración.

─Tengo que irme, adiós. ─fue lo último que dije antes de trancar la llamada y arrojar el teléfono al suelo. 

Corrí en puntillas hasta el otro lado de la habitación y me posé sigilosamente detrás de la puerta mientras que con mucha agilidad procedía a sacar el arma de mi bolso y a colocarle el cargador repleto de municiones. 

Podía sentir el viento helado colándose por la ranura de atrás de mi bata, era un frío perturbador. 

 De repente se escucharon pasos y dos mujeres atravesaron el umbral de la puerta.

Llevaban batas puestas y un uniforme azul oscuro, aparentemente eran doctoras.

─¡Alto! ─exclamé en voz moderada procurando que nadie más me escuchara.

Deslicé mi mano por la puerta y procedí a cerrarla de golpe para finalmente colocar el seguro.

Las chicas se giraron sobre sus talones y muy exaltadas colocaron las manos arriba.

Una era de cabello negro y ojos rasgados mientras que la otra era rubia de ojos azules.

─¿Quiénes son ustedes? ─demandé saber mientras le apuntaba a la asiática directo al rostro. 

─S.. soy la doctora Cristina Yang. ─tartamudeó la pelinegra.

─Y yo soy la doctora Meredith Grey. ─comentó la rubia de ojos color agua.

─¿Qué están haciendo aquí? ─les cuestioné mientras me acercaba a la ventana y levantaba suavemente una lama de las persianas para asegurarme de que nadie de afuera estuviese sospechando algo extraño.

La zona estaba segura pero no por mucho tiempo.

─Somos amigas de Olivia. ─mencionó la asiática. 

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