MI LINDO AMIGO Kookmin

*48*

Al salir de la casa de los Jeon, el rubio llevaba una gran sonrisa dibujada en el rostro. Era claro que fue mejor de lo que esperaba, sus suegros se comportaron muy amables con él, incluso le dijeron que era muy bello y podría promocionar los servicios de transporte de la familia, eso sí que lo dejo perplejo. Fue una confesión hecha mientras Jungkook se retiró al baño.

Camino a casa, Jimin se dedicó a admirar las facciones de su novio mientras conducía. Se sentía afortunado de estar a su lado y negaba el día en el que se separaran. Haría todo lo posible para estar a su lado, incluso, enfrentarse nuevamente a sus padres.

—Qué tanto me miras? —preguntó el pelinegro sonriendo, sin dejar de mirar al frente.

—Nada —se encogió de hombros—. Solo veo que eres el mejor chico que pude encontrar, además... El más guapo.

A Jungkook se le tiñeron las mejillas de un rojo carmesí, provocándole al rubio una risa por su cometido.

—Oye, aquí yo soy el único que debe sonrojar a su novio.

—Pero te ves muy lindo así.

—El lindo eres tan Park Jimin, mi Mochi —sonrió coquetamente—. O me equivoco Jimin-ssi? —lo miró fugazmente.

Ahora fue el rubio quien portó un leve sonrojo en sus abultadas mejillas, haciéndolo ver cómo el ser más tierno de la tierra.

Iba a continuar hablando, pero una llamada entrante los interrumpió.

—Hola Suga, qué pasa —contestó amable.

—Jimin, dónde estás?.

—Voy a casa con Jungkook.

—Dime algo, es cierto? —el rubio no entendió a qué se refería—. Es verdad que regresaste a las clases de danza?.

—Bue-bueno si. Pero... Por qué preguntas?.

—Ay Jimin! Eso no es bueno.

—A qué te refieres?.

—Tú lo sabes perfectamente —su voz sonó agitada—. Debes esperar para volver a tu casa, tus padres volvieron de Londres y lo más seguro es que quieran una explicación.

—Y voy a dárselas. Esto solo es por gusto —el pelinegro miró de reojo a su novio sin entender.

—Dudó que te crean, ya sabes cómo son... Agh!.

—Qué te ocurre? Si ellos aún no lo saben.

—Me temo que sí —se escuchó un suspiro—. Hoy en mi casa, el señor Suk vino a buscarme.

—Y para qué el chófer de mi familia fue? —Jimin comenzó a preocuparse.

—Me dijo que, tus padres lo mandaron para vigilar te. Y al parecer le ordenaron que informara sobre el lugar al que ibas. Dijo que ellos notaron que tú mochila donde solías llevar tu ropa de práctica no está. Por eso supusieron que volviste a las clase de danza.

El rubio quedó atónito ante las palabras de su primo, no esperaba que sus papás volvieron a revisar las cosas de su habitación. Sintiéndose culpable por no haber escondido mejor sus pertenencias que ya no ocupaba y así no notarán, cuando algo faltara.

—No...  No puede ser.

—Es mejor que ni siquiera vuelvas Jimin, no te arriesgues a sus malos tratos... No otra vez —Yoongi tenso un poco su voz.

—Tengo, jamás se rendirán a menos de que hable con ellos de una vez por todas —sonó decidido y atrajo la curiosidad de su novio, a quien solo le tocó la pierna para darle a entender que nada malo pasaba.