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Sin nada más en la deriva, Jungkook respiró profundo antes de bajar de su auto deportivo. Se acomodó las gafas oscuras y se dispuso a entrar al edificio.
Era un muy grande y con un letrero espectacular, con el nombre "Moonlight", recurrió los pasillos hasta llegar con la recepcionista, una chica de piel bronceada y cabello corto, la saludó y pidió una visita con el señor Park. La chica le sonrió incrédula, le pareció tan apuesto y no desaprovechó el momento para coquetear le, aunque Jeon no le prestó atención y solo tomó camino a la oficina del presidente de la compañía.

Subió al elevador y presiono el botón 15, se relajo con la música y pronto llegó a su destino. Dió un último respiro y siguió caminando, encontrándose con varias personas. Habían pancartas y letreros promocionales, se notaba el gran trabajo para demostrar el esplendor de los cosméticos y perfumes. Incluso se sorprendió por los modelos, sintiéndose un poco pequeño y esperando a que su inicio en el modelaje fuera prometedor. Pero solo sería por esa vez ya que no pensaba hacerlo nuevamente. Eso solo era para ayudar a su novio, él pelinegro tenía otros planes para su vida.

—Buenos días señor Park —dió un saludo cordial y se adentro a la oficina. La secretaria lo anunció y pronto los dejo a solas.

—Oh Jungkook! Que alegría verte —el hombre acomodó su corbata y mostró la silla para que tomara asiento—. Con esta visita espero que me traigas una respuesta.

—Claro que si —insertó sus gafas en el bolsillo de su chaqueta azul—. E venido para llegar a un acuerdo. Quiero participar en la promoción de su marca.

—Excelente —sonrió—. Esa es la mejor decisión que tomaste muchacho, ya verás que serás todo un éxito.

—Eso espero, no quiero fallarles.

—Pero por supuesto que no lo harás —le extendió unos documentos—. Es mejor ver el contrato y así comenzar a trabajar. Nuestro producto debe salir a la venta justo en Navidad y como falta poco, debemos apresurarnos con las sesiones de fotos y comerciales.

—Bien —leyó el escrito—. Pero tengo unas cuantas clausulas que quiero arreglar.

—Hay algún problema? —murmuró—. El precio es lo justo, es lo que le damos a un modelo profesional.

—No es un poco exagerado?, digo, yo soy nuevo.

—No te preocupes, se que venderás el perfume mucho mejor de lo que uno de nuestros modelos lo ha hecho, en eso no hay duda —se apoyó en el respaldo de la silla—. Entonces, dime qué problema hay.

—Ninguno —habló serio—. Pero por el mismo hecho de ser nuevo y mi falta de experiencia, no quiero tener problemas. Así que me gustaría que el contrato estipule que no habría problema alguno si yo desistiera de continuar.

—Piensas dejarlo a medias? —interrogó.

—No, pero si llegara a fallar y decidiera darle el lugar a un profesional, no quiero pagar un tipo de indemnización. Haré mi trabajo y espero un buen trato.

El hombre lo pensó un poco. Nunca había añadido esa petición, pero el chico parecía darle unos resultados prometedores, así que no presentó queja. —Ok, no hay problema. Acepto tus términos.

—Entonces podemos comenzar con el proyecto —sonrió.

—Claro, yo te enviaré los horarios para grabar. Déjale tu número a mi secretaria y me contactarte contigo, cuando vengas a tu primera sesión de fotos; podrás firmar el contrato ya arreglado.

—Perfecto —se levantó de su lugar—. Hasta entonces, nos vemos pronto.

—Claro —estrecho su mano—. Ya verás que serás todo un éxito. Te convertirás en el nuevo rostro de la marca y serás el mejor.

MI LINDO AMIGO KookminWhere stories live. Discover now