*16*

216 35 9
                                    

Ya eran más de las cinco de la tarde, el aeropuerto estaba repleto de personas. Jimin junto a sus dos amigos, esperaban a que Jeon apareciera para abordar el avión.

—Por qué tardará mucho —se quejo el castaño.

—A lo mejor se estará arreglando —contesto con burla el pelirrojo—. Ya sabes lo vanidoso que es.

—No se desesperen. Ya vendrán.

—Vendrán? —los dos amigos se miraron confundidos, el rubio solo volteó la mirada.

—Hola Jimin, chicos.

Los tres giraron para ver al pelinegro, trayendo su maleta y una mochila. Atrás de él, vieron a otras dos personas. Quedando sorprendidos. Tanto Tae como Jin, se sentían engañados.

—Pero qué hacen estos aquí? —preguntó el pelirrojo, con un leve enfado.

—Am disculpen chicos. Olvidé decirles que ellos también irán —carraspeo un poco avergonzado e inocente.

—Pero por qué Jimin —gritó el castaño—. No pienso ir con ellos.

—Vamos Tata, será divertido —animo Hoseok.

—Así es. Ustedes no pueden dejar solo a su amigo —alego el peliazul—, o si?.

—Bueno. No irá completamente solo —dirigió el castaño su mirada, hacía la parte de atrás de esos tres.

—Uy vaya. Que bueno que no me dejaron.

Jungkook giro la vista, encontrándose con su primo. Llevaba una maleta, en dirección a ellos, se sintió un poco confundido.

—Yoongi? Qué haces aquí.

—O lo lamento Jungkook. Yo le dije que saldríamos de viaje y quiso acompañarnos —informo un poco apenado—, espero que no te moleste.

—No, no me molesta —mintió, era claro que ahora tendría menos posibilidades de quedarse a solas con él.

—A entonces qué bien —hablo el otro pelinegro.

—Si claro —sonó sarcástico—. Creí que no irías, eso me dijiste cuando te invite.

—Bueno si. Así era —se acercó al rubio—, pero fue por que no me dijiste que mi pequeño primo iría también. Tengo que cuidarlo.

Yoongi abrazo al rubio, mientras sonreían. A Jeon no le gustaba para nada que hicieran eso. Intentó amenazar a su amigo con la mirada, pero éste hizo caso omiso y continuo abrazándolo mucho más fuerte, con una leve sonrisa dibujada en el rostro. Estaba claro que intentaba provocar a su otro primo, ya que nadie podía sacarle de la cabeza que esos dos se traían algo. Fue por eso que decidió ir con ellos, para comprobarlo.

—Entonces él te puede acompañar —interrumpió el pelirrojo—, y nosotros volveremos a casa.

—No pueden hacer eso —renegó el peliazul antes de que Jimin lo hiciera.

—Por favor chicos. No me abandonen.

—Lo siento Jimin, pero esto es raro —contestó ahora su amigo castaño—, el que vayamos con éstos... —señalo a los amigos del pelinegro.

—Cierto, ellos son... Como nuestros enemigos.

—No exageres Jinjin —hablo el peliazul —, no lo somos.

—Vamos chicos. Ya están aquí —el rubio los miro con los ojitos iluminados.

Los dos amigos se miraron y al fin aceptaron. No podían dejar a Jimin solo. Lo creían muy inocente como para pasar todo un fin de semana, con esos cuatro alborotadores.

MI LINDO AMIGO KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora