MI LINDO AMIGO Kookmin

*33*

Después de estarse besando por mucho tiempo, los dos amigos se tuvieron que separar por la falta de aire. El rubio bajo la mirada avergonzado con las mejillas sonrojadas, el pelinegro lo miró con una sonrisa y la respiración acelerada. Tenían una felicidad en sus corazones y en su mente no aparecía nada más, que ese instante en el que estaban juntos.

—Ju... Jungkook. Yy... Yo —tartamudeo el rubio.

—Jimin, siento haber me apresurado. Pero es que... No puedo reprimir mis sentimientos.

—Lo sé, es solo qué —alzó la mirada encontrándose con los ojos brillantes de Jeon.

—Si —dio una pequeña risita—, es un poco extraño al ser... Amigos.

—Sí, así es —exclamó—. Pero no quiero que entiendas mal.

—Yo solo quiero decirte —suspiró—, que todo lo que dije anoche es verdad —acarició las mejillas coloradas de rubio—. En verdad me gustas y quiero demostrarte mi amor.

—Am pues —sonrio tímidamente—, tu también me gustas. Me costó comprenderlo pero lo hice. Y se que es así porque me enamoré de tu personalidad, tu trato hacía mí. No es el mismo cariño que siento por Jin o la hermandad con Tae... Es algo más fuerte.

—Y créeme que yo me siento igual. Al principio creí que era algo pasajero, pero tú... Me gustas te desde que te vi entrar al salón por primera vez. Quise ocultar todo fingiendo ser tu rival, pero no pude. Se que debí decírtelo antes, pero no tenía el valor suficiente. Incluso decidí cambiar para... Gustarte.

—Kook, eres tan lindo, pero la verdad es que... No quiero lastimarte.

—Pero Mochi —acarició la mejilla del más bajo—, jamás lo harías, solo dame la oportunidad de enamorarte.

Jimin inclinó la cabeza por la forma tan tierna de actuar de su amigo. Las palabras dichas por él le llagaban al corazón, pero sabía que no debía dejarse llevar tan rápido por su corazón, tenía que controlar sus impulsos de arrojarse a los brazos del pelinegro. El rubio siempre había estado ocultando sus sentimientos para no ser lastimado, pero la razón más fuerte es que no quería lastimar a los demás.

—Aun estoy un poco aturdido. O mejor dicho, me dejaste así desde... El beso en la playa.

—Oh sí, lamento haberlo hecho tan rápido. Pero no pude resistir me.

—Pues yo lo siento... Por haber fingido que nada paso. Es solo que creí que lo habías hecho por efectos del alcohol y por eso no lo dije, para no arruinar nuestra amistad.

—Te entiendo Jimin —levanto un poco más al chico del mentón—. Pero quiero que sepas que yo no pienso lastimarte. Haré todo lo posible para demostrar cuanto te amo.

—Estonces yo haré lo mismo, solo quiero pedir algo —el pelinegro asintió—, no vayamos tan rápido, yo quiero conocerte más. Se que nos volvimos amigos muy rapido, pero quiero saber más de ti.

—Entonces así será. Iremos poco a poco —sé quedó pensando—, aunque si te soy sincero... No creo poder contenerme  ante ti. Yo solo quiero... Abrazarte, besarte, hablar bonito hasta hacer arder tus hermosas mejillas...

El rubio se sonrojó y sin poder evitarlo, le plantó un beso al pelinegro antes de que se diera cuenta, pero tan rápido como lo hizo se alejó avergonzado. Jungkook quedó con una gran sonrisa. Amababá la personalidad tímida e inocente de Jimin, se derretía por sus encantos y eso lo animaba más a gritarle a todos que está con él.

—Lo siento.

—No lo sientas Jimin, mejor siente otra cosa, que sea mi amor por ti.

El rubio dio una risita que hizo desaparecer sus ojos formando una línea con ellos y enloqueciendo por completo a Jungkook, sin previo aviso fue tomado por el pelinegro y volvió a unir sus labios, lentamente para disfrutar de aquel toque tan único que lograban formar.