*59*

107 18 1
                                    

"Hecho. Acepto tu condición". Fue lo que escucho salir de los labios del señor Park, antes de dirigirse a la casa de su novio para contarle.
Todo había salido bien para Jungkook, su suegro había aceptado que Jimin volviera a la academia de danza.

Al principio fue un poco difícil para el rubio creerlo, pero el pelinegro le aclaro que no era una clase de broma. Jimin se alegro demasiado al saberlo y agradeció a Jungkook por haberlo ayudado. Incluso, olvidó el temor a sus padres, ellos no le habían dicho algo sobre eso, no le reclamaron y esa fue una perfecta señal para volver a tomar las clases de danza.

—Seguro de que quieres hacer esto?.

—Pero por supuesto —afirmó entusiasmado—. Además, tus papás no deben saber que mentí al decir que bailaba contigo.

—Muchas gracias Kook, en verdad. No sé que habría hecho si tú no me hubieras ayudado.

—Ya te dije que no me debes agradecer Mochi —sonrió—. Era mi deber como tu novio y yo quise hacer algo por ti.

Ambos chicos se adentraron al edificio para retomar la práctica, era el día en él que Jimin volvía, ya que solo había asistido una vez y le había dicho a la directora de lugar, que se encontraba fuera de la ciudad temporalmente. Era una pequeña mentira para no abandonar sus clases o ser dado de baja, había pasado más de dos semanas sin ir, pero ahora, su novio lo acompañaba.

—Hey chicos! —saludó un castaño frente al salón de práctica.

—Hola Tae —le respondió alegre el rubio.

—Ustedes que hacen aquí? —interrogó el pelinegro a los cinco chicos.

—También me complace verte —dijo sarcástico el peliazul.

—Amí no tanto —habló Taehyung—. Pero para ser francos, fue Jimin quien nos invitó.

El pelinegro dirigió sus vista al más bajo, quién tenía una sonrisa inocente. —Jimin, tú...

—Si Kook, yo les dije que ambos tomaríamos clases de danza y los invité a venir.

—Bueno, realmente nosotros le insistimos —murmuró el pelirrojo—. Queremos comprobar que tan bueno eres bailando. Digo, ya que es muy diferente lo que haces en las fiestas, a tomarte lo muy en serio.

—Y yo quise venir a ver cómo bailaba mi primito —Yoongi se acercó al rubio, rodeando sus hombros—, y a mi otro primo, claro.

Jungkook elevó sus cejas incrédulo, pero sabía que en esos momentos Jimin necesitaba mucha motivación y apoyo, para retomar su gusto y pasión por bailar.

—Ahora adentro que ya quiero verte Jungkook —alentó Hoseok—, y a ti también Jimin.

—Y por qué no nos acompañas —le invitó al castaño—. Jungkook me dijo que eres muy bueno bailando.

—Siii pero... —el castaño no sabía si hacer lo que el rubio le sugería—. No es lo mío, yo ya estudio producción.

—Pero puede ser tu pasatiempo, al igual que el nuestro —animó.

—Primeeo los veo a ustedes. Y también veré a su instructor si es igual de bueno... —Taehyung lo golpeó con su codo—. Am si es bueno para enseñar danza, a eso me refería TaeTae.

Los presentes comenzaron a reír por esa pareja y pronto, Jimin y Jungkook ingresaron al salón para comenzar con su primera clase, dejando a sus amigos mirando por el gran ventanal de el lugar.

—Hola Jimin —saludó la maestra—. Me alegra volver a verte. Y por lo visto, traes compañía.

—Hola señorita, el es Jungkook y se acaba de inscribir al curso.

MI LINDO AMIGO KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora