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Tardaron menos de lo esperado en llegar a la residencia Jeon. Fueron quince minutos en auto, desde la empresa Moonlight, hasta la casa de los padres de Jungkook.
Al bajar del auto ambos chicos, el pelinegro tomó la mano de Jimin para entrelazar la con la suya, pero el rubio se negó y caminó apresurado hasta la puerta de la casa. Jungkook se extraño por la acción de su novio pero lo entendía, él sabía que tenía algo que ver al haberle fallado frente a su suegros. Así que se aseguraría de explicarle.

—Buenas noches Jimin, pasen.

—Buenas noches. Gracias señora Inna.

—Me alegra tanto verlos juntos. Que bueno que te decidiste a traer a Jimin, Kook.

—Si, lo convencí —habló mirando al más bajo.

—Increible que tus padres te dejarán acompañarnos.

—Bueno, la verdad es que tienen un evento así que no hubiera podido estar con ellos. Es por eso que preferí venir con ustedes.

—Fue la mejor idea, está noche te haremos sentir como en familia.

Jimin sonrió antes las palabras de su suegra, le gustaba que lo tratarán bien. Muy diferente a como lo trataban sus padres.
Y antes de que pasarán a la mesa, Jungkook le entregó un vaso de agua a su novio, así no sentiría tanto los efectos del alcohol. E incluso, fue a lavarse la cara con agua fría para mantenerse consiente el resto de la noche, tardando de ocultar su ebriedad que no desaparecía por completo.

—Brindemos —el señor Jeon alzó una copa con vino—. Por está noche, para estar siempre reunidos y con armonía.

—Y por ustedes chicos —habló su esposa, mirando a su hijo junto al rubio frente a ellos—. Espero que sigan juntos por mucho tiempo. Salud.

Jimin se extraño por las palabras de su suegra, aún así, no se quejó y brindo junto a ellos. Jungkook se preocupó de que su novio tomara de más y eso le provocara algún daño, entonces trató de no servirle de más el vino. A él rubio no le importó, ya que sabía que podría caer si continuaba bebiendo, así que disfrutó más del kimchi que la señora Inna preparo y alejo el alcohol de su organismo.

—Quieres un abrazo? —Jimin hablaba con el pequeño JungHo, sacándole una sonrisa. Todos ya están reunidos en la sala, esperando por el postre que la señora Jeon insistió en comer fuera de la mesa.

—Jimjim Jimjim —el niño elevó sus brazos y el rubio lo tomó para sentarlo en su regazo.

—Al parecer le caes muy bien. Te quiere como un hermano, inclusive más que a Jungkook.

—No sé si sea verdad —le respondió a su suegro—. Tal vez es porque cuide de él.

—Sí, más que Jungkook —río y el nombrado entro junto a su madre con una bandeja de plata en las manos.

—Yo qué.

—No nada hijo —el hombre tomó lo que su esposa ofrecía y Jimin hizo lo mismo, mientras su novio tomaba asiento junto a él.

—Le dije a mamá para que los preparará. Después de todo, ella insistió en qué viniéramos —susurró el pelinegro al rubio, cuando lo vió sorprendido cuando tomo un mochi.

—Te gustan? —preguntó la mujer a lo que Jimin asintió sonriente, comiendo y dándole un poco a JungHo—. Que bueno, me enteré que son tus favoritos.

El rubio volvió a sonreír y miró a Jungkook, quien también sonrió complacido al ver a su novio más tranquilo.

—Gracias por todo.

—No agradezcas hijo —respondió su madre—. Nosotros estamos agradecidos contigo por acompañarnos. Hace mucho que no pasábamos tiempo de calidad todos juntos.

MI LINDO AMIGO KookminWhere stories live. Discover now