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Ya habían pasado varios días desde que Jungkook, llevó a Jimin con la psicólogo. El rubio seguía con el semblante decaído, pero se mantenía sereno. Iba a sus clases de danza y pasaba ratos con el pelinegro, y aún así, Jungkook lo notaba distante.

No sabía a qué se debía exactamente, trato hablar sobre el tema con Jimin, pero éste solo se negó, argumentando que nada pasaba. Jeon dejo de insistir, pues sabía por Yoongi, que la psicóloga pidió que no lo presionaran. Aunque eso ya se estaba saliendo de control, pues Jimin no mostraba ningún interés en continuar con su relación. Eso lo llevaba a sentirse deprimido por la distancia entre ambos.

—Vamos al cine, Jimin?. Compré boletos.

El rubio giró hacia su novio. —Prefiero quedarme aquí, también podemos ver películas.

Jimin regresó su vista a la pantalla, mientras estaba sentado en el sofá del departamento. Jeon suspiró y se fue a la cocina, se sirvió un poco de agua para tratar de calmarse, pero no podía sinceramente. "Qué te pasa, Mochi. No sé que te ocurre". Agachó la cabeza, poniendo las manos sobre las orillas de la isla de la cocina.

Pasaron dos horas desde que Jimin se sentó en la sala, mirando la televisión pero con los pensamientos en otro lado. Él estaba pensando en qué hacer, no le gustaba preocupar a sus amigos y mucho menos, a su novio. Pero la sensación de culpa estaba ante él, quería contarle a Jungkook lo que pensaba, pero el miedo de ser rechazado, lo aterraba y lo llevaba a estar indeciso.

En la noche, Jungkook fue a cambiarse, se puso la pijama y fue a la cama. Ahí ya estaba Jimin, leyendo un libro sentado sobre las sábanas. Jeon fue a su lado, se acercó a él para darle un beso en la mejilla, pero Jimin no mostró algún interés en hacerle caso.

—Mochi, qué pasa?.

—Nada, Jungkook —dijo mientras leía—. Solo estoy concentrado en la lectura.

—Deja eso —le arrebató el libro y Jimin lo miró confundido—. Quiero estar contigo, hace mucho que no podemos dormir abrazados o hablar en confianza, ni siquiera un beso como los de antes.

Jimin suspiro y desvío la mirada. —Te dije que estoy bien, no pasa nada conmigo, Jungkook.

—Pero tampoco me dices Kook o Kookie, así me llamabas cariñosamente. Qué nos está pasando, acaso... Ya no me amas?

Jungkook tragó duro tras decir aquello, el rubio lo miró y no supo que responder. Seguía indeciso ante sus declaraciones.

—Jungkook, yo...

—Solo dímelo, Jimin...

El pelinegro ya estaba cansado de tener que escuchar las mismas excusas, solo quería la verdad, aunque le doliera.

—Esta bien —suspiró—. En estos días... Lo he pensado mucho y...

Jeon sintió que algo se quebraba dentro de él, tras esa palabras de su novio, creía que solo era una mentira o una broma, se imaginaba lo peor.

—Y...? Tú... Tú ya no me amas.

—Si te amo... Es solo que con mis pensamientos me he sentido muy agobiado —acarició las mejillas del pelinegro—. Solo estoy cansado, pero eso no significa que te e dejado de amar.

—Pero... Entonces, dime. Soy tu novio y tú amigo, y te sabré entender, si necesitas ayuda con algo, dímelo, yo te voy a apoyar. Sabés que te amo.

—Lo se, y te agradezco por tu paciencia —sonrió y Jungkook asintió.

Ambos chicos se abrazaron y sonrieron. No querían pelear, pues su relación iba bien como para terminarla. Jimin continuó el abrazo, y a pesar de que no habló sobre como se sentía, se alegraba de que Jungkook lo siguiera apoyando, con tan solo darle su espacio. Pero eso no significa que jamás le contaría, solo buscaría el momento adecuado.

MI LINDO AMIGO KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora