MI LINDO AMIGO Kookmin

*56*

—Hey, chicos!.

Jimin y Jungkook observaron en dirección al grito de su amigo, Jin se acercó a ellos junto a Namjoon.

—Ya terminó la sesión?.

—Si Jin —respondió el pelinegro—. Dónde estaban metidos?.

—Pues verás —el peliazul se rascó la nuca nervioso.

—Digamos que capturar mi belleza cuesta —intervinó el pelirrojo, con aires de grandeza.

—Así? —el rubio alzó una ceja divertido—. Cobraste mucho por unas simples fotos Jin?.

—Ja, si con ese precio me sentí humillado.

—Jinjin —reprimió Namjoon—. Lo que pasa es que a Jin no le gustó la forma en la que salía, así que estuvo posando a cada rato para nuevas fotos.

—Es enserio? —preguntó Jungkook desentendido.

—Pero si hasta el fotógrafo me dijo que tenía el rostro perfecto —acarició su cara con ambas manos.

—Y casi se arrepiente al ver cómo te comportabas por unas simples tomas Jin, eres muy vanidoso —murmuró el peliazul, siendo fulminado con la mirada de su novio inmediatamente—. Bu-bueno ni tanto. Él no sabe apreciar tu belleza y-y mucho menos el tiempo justo que se debe tomar para capturar tu esencia. Mereces demasiado cuidado.

Namjoon hablo rápido para borrar la molestia de el pelirrojo, haciendo reír a Jimin y Jungkook, quiénes lo miraban con burla.

—Sigue con ese tipo de comentarios.

—Lo siento Jin —sonrió nervioso—. Tú no eres vanidoso y mucho menos, un caprichoso.

—Continua —ladeo su cabeza—, y te dejare en abstinencia.

El peliazul abrió los ojos abruptamente y negó con la cabeza, moviéndola tan rápido que casi rompe su cuello.

—Jin... —susurró el rubio—. No digas eso.

—Cierto —concuerdó el pelinegro—. A quien le importa si ya le diste la prueba de amor a Nam.

—Qué yo que? —habló el pelirrojo, haciéndose el ofendido—. Yo no le di nada. Más bien, el me la dio a mí.

—Oye! —el peliazul se quejó.

—No digas esas cosas Hyung —murmuró el rubio, mientras veía a los lados por si alguien los escuchaba.

—Oh vamos Jimin —sonrió ladino—. Cómo si tú no lo hubieras hecho ya.

—No —contestó rápido el rubio con un sonrojo invadiendo toda su cara—. N-no nada de eso.

—Es en serio? —Jin elevó la mirada al pelinegro—. Espero que sea verdad, tú no puedes quitarle la inocencia a mi niño.

—Qué te pasa —se hizo el ofendido—. Jamás haría algo que Jimin no quisiera. Además, dese cuándo te comportas como mamá gallina?.

—Desde que mi bebé Mochi empezó a salir contigo —el pelirrojo se acercó al rubio, para abrazarlo por los hombros. Miró como el chico tenía el ceño fruncido—. Qué? La costumbre de Tae por llamarte así, se me pegó.

Jimin rodó los ojos y decidió cambiar de tema. —Mejor vamos al estudio.

—Si vamos Mochi —el pelinegro fue a su lado para abrazarlo, pero fue detenido por un gruñido de el pelirrojo—. Oye Nam, controla a tu novio. Quieres?.

—Jinjin.

—Jinjin nada —siguió abrazando al rubio, mientras esté reía—. Vamos a ver ese tal estudio. Ya que a la próxima, seré yo quien esté en la gran pantalla.