Cap. 37: Reglas de los deseos

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N/A: Hay un capítulo nuevo antes de este, no olvides leerlo primero.

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Maratón 2/2

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—¿Ya me vas a decir a dónde vamos?

Thiago suspira.

—Por enésima vez, Rox, no. —Esboza una sonrisa—. Te darás cuenta cuando estemos en el avión.

Ruedo los ojos y cruzo mis brazos sin estar conforme.

—¿Y para eso falta...?

—Solo unos minutos más —afirma después de haber revisado su reloj.

—Bien —contesto sin intenciones de seguir insistiendo.

Dicho y hecho. Unos minutos más tarde, nos encontramos abordando el avión que nos llevará a un destino desconocido, al menos para mí.

Tomo asiento en el lugar que Thiago me ha indicado, quedando del lado de la ventanilla.

—¿Puedo saber ahora? —inquiero nuevamente.

Thiago está a punto de responderme algo, cuando es interrumpido por la voz de quien supongo es una azafata. Por lo tanto, se limita a llevar su dedo índice a la altura de sus labios y después señalar su oreja, en un ademán para que preste atención.

Buenos días, estimados pasajeros. En nombre de toda la aerolínea, les doy la más cordial bienvenida al vuelo 2529 con destino a la ciudad de Sídney. Nuestro tiempo estimado de vuelo...

—¿Sídney? —cuestiono en voz baja, sin prestar atención a la demás información. Thiago asiente—. ¿Por qué?

—No podíamos haber estado en Australia sin haber visitado la Ópera de Sídney.

—¿Vamos a conocer la Casa de la Ópera? —La emoción se filtra en mi voz.

—Eso es lo que acabo de decir.

Me permito soltar un pequeño chillido, ganándome unas miradas curiosas.

—¡Gracias!

—Por nada, chaparra —responde depositando un casto beso en mis labios.

🛫🛫🛫

Caminamos a lo largo de la acera que conduce al gran monumento arquitectónico que se encuentra a unos kilómetros de nosotros. Me quedo unos segundos apreciando la bahía que está a mi lado derecho, antes de volver a fijar mi vista al frente, y posteriormente desviarla a mi mano entrelazada con la de Thiago.

—Reservé el vuelo de regreso por la madrugada, así que podemos estar todo el día aquí —me informa él, viéndome.

Asiento para que sepa que lo escuché.

—¿Qué quieres hacer primero?

—¿Podemos conocer el interior? —pido.

—Suena bien —complementa con una sonrisa.

Después de haber comprado los pases para el pequeño tour guiado, los cuales me esmeré en pagar, nos reunimos con el resto de turistas que se aglomeran en la entrada del recinto.

—Buenas tardes —saluda una chica de cabello color azabache—. Mi nombre es Grace y voy a ser su guía en este recorrido, el cual tiene una duración de sesenta minutos aproximadamente. Síganme por favor.

La mujer empieza a caminar por delante de nosotros, indicándonos el camino.

—En la década de los cincuenta, se planteó la idea de crear un centro nacional para las artes escénicas —explica Grace, adentrándose cada vez más en el lugar—. Fue así cómo en 1957 se lanzó la convocatoria del concurso para elegir el diseño de la Ópera. Se recibieron doscientos treinta y tres diseños, provenientes de treinta y tres países diferentes. Tras diez días de liberaciones, el ganador fue el arquitecto danés, Jørn Utzon.

Premonición de amorWhere stories live. Discover now