Vuela el tiempo envidioso, hasta que acabes tu carrera

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Entré en nuestra habitación y ambas mujeres se pusieron de pie. Mi madre parecía preocupada. Supongo que ésa es la única palabra que se puede usar. No estaba exactamente distraída. Era como si tuviera toda su atención centrada en una cosa en particular.


Camila parecía un poco inquieta. No es que lo hubiera hecho, pero parecía como si estuviera a punto de desatar algún tipo de castigo terrible sobre ella. Por supuesto, lo más probable es que supiera que eso no iba a ocurrir realmente, pero no parecía absolutamente segura, que es donde entraba en juego la expresión de inquietud.

Decidí atacar y enfrentarme a mi madre. Sabía que podría acabar en una situación de derribo y arrastre entre las dos, pero por el bien de Selene, tenía que hacerlo. Se lo debía a mi hermana.

-Madre-, dije.

-Lauren-, interrumpió. -Necesito saber. ¿Es cierto que Selene no sabe leer?-

-Sí, lo es. Madre...-

-¡Oh, Dioses! ¿Qué podemos hacer para arreglar esto?-

-Bueno, podrías empezar por hablar. Tú y ella tenien que tener una larga charla y necesitas...-

-...Empieza a hablar con ella en lugar de hacerlo por ella-, terminó Cyrene.

-Um... sí-, respondí. -Mira madre hay algunas cosas que necesitas saber sobre Selene--

-...Y nunca le he dado la oportunidad de hablarme de sí misma... de lo que quiere de la vida. He pasado su vida diciéndole lo que no podía ser en lugar de descubrir quién quería ser-.

-Así es-. Me sentí un poco confundida. ¿Era yo tan buena o alguien más había discutido esto con Cyrene antes que yo? -Sí, bueno, realmente necesitas...-

-... Discutir esto con ella tan pronto como sea posible. ¿Crees que estaría dispuesta a hablar conmigo ahora mismo, querida?-

-Eh... de acuerdo-, dije con un lento desenfado. Esto iba muy bien. -Quiero decir, estoy segura de que eso ayudaría mucho a enderezar algunas cosas. Madre, sólo recuerda...-

-Selene debe estar tan asustada como un potro recién nacido en este momento-.

-Bueno, sí, y...-

-...en realidad ni siquiera la conozco. Tengo que dejar que me diga lo que siente en su momento-.

-Sí, um, mis pensamientos exactamente-.

-Iré ahora mismo-, dijo. Se volvió para sonreír a Camila y mi mujer le devolvió la sonrisa. Entonces, Cyrene levantó la mano y me dio un rápido beso en la mejilla antes de salir corriendo de la habitación.

-Eso fue... um, fácil. Demasiado fácil-, añadí tras una pausa. -¿Camila?- Dije su nombre en un tono lento.

-¿Sí, Lauren?-, respondió ella, demasiado obediente.

-¿De qué se trata todo eso? ¿Habian hablado ya madre y tú de Selene?-

-Sólo un poco. Quiero decir, se me ocurrió mencionarle a Cyrene que tal vez querría mirar a Selene de una manera diferente a la que lo había hecho-.

-Camila...- Repetí con un tono lento de precaución.

-¿Sí?-, respondió ella.

La miré a través de la habitación y arqueé una ceja, intentando una expresión severa. -Ven aquí-.

Voló hacia mí y la atrapé en el aire, aplastándola contra mí hasta que ninguno de los dos pudo respirar.

-¡Casi me das un susto de muerte, chica!- Le susurré ferozmente antes de besarla con fuerza.

La Conquistadora (Camren)Where stories live. Discover now