La Conquistadora (Camren)

Cuando la lámpara se rompe

-Camila dice que tengo que contar todo lo que pasó hoy cuando me encontré con Prax por primera vez. Apenas estoy aprendiendo a escribir bien, pero Camila dice que lo necesita para la historia de lo que pasó cuando estaba con las amazonas. Le dije que no soy escritora, pero Camila dice que escribo demasiado "Camila dice".

Bien, hemos acordado que Camila escribirá mi versión de la historia. Le contaré lo que pasó y ella lo convertirá en el tipo de lenguaje florido del que están hechos los buenos pergaminos. Eso es mucho más fácil para mí porque mi lengua se mueve mucho más rápido de lo que puedo escribir. A Lauren le gusta decir que la mayoría de los días se mueve más rápido que mi cerebro.

Le había prometido a Camila una noche, mientras cenábamos, que vería a Prax. Por supuesto, Camila no me dijo que iba a contarle a Prax lo de su prometida y todo al día siguiente. Así que esperé hasta el día siguiente y me presenté en el hospicio. Tengo que añadir ahora que estaba bastante asustada. No soy una gran guerrera, o al menos nunca aprendí a serlo.

Me temblaban las rodillas mientras subía las escaleras por el exterior del árbol. Salté por las tres últimas ramas, algo orgullosa de mí misma. Me estaba volviendo buena para caminar como lo hacían las amazonas, en lo alto de las ramas. Por fin había encontrado algo para lo que servían los brazos y las piernas largas.

Danae me esperaba, ya que Camila le había contado el plan para que Prax tuviera alguien en quien confiar. De todos modos, Danae fue muy amable y me enseñó todo el hospicio. Nunca había tenido tantas mujeres en un mismo lugar coqueteando conmigo. Si Lauren lee esto va a gritar, pero realmente me divertí. No se me da muy bien eso de las citas, además ya me gusta alguien, pero eso es algo privado.

Danae me preparó para trabajar con Prax y me preguntó si quería ayudar en la habitación de Prax durante ese día. Danae me prometió que no tendría que ver a nadie desnudo ni nada demasiado desagradable, así que acepté . Había ayudado a madre durante temporadas trabajando en la posada e incluso cuando cuidaba de algún enfermo ocasional. Madre era la única curandera realmente buena de Anfípolis, así que acabó atendiendo un gran número de dolencias y heridas.

Lo primero que quería Danae era ver si podía hacer que Prax comiera algo. Creo que la palabra exacta que utilizó fue cualquier cosa. La noche anterior, Camila se había sentado conmigo y me había contado cómo le había ido el día anterior cuando habló con Prax. Personalmente creo que Camila tiene debilidad por Prax. No sé por qué, tal vez sea porque cree que Prax se ha llevado un mal trago de la vida. Me imagino que eso es cierto, que es la principal razón por la que acepté hacer esto. Yo solía ir por ahí con un chip en el hombro del tamaño del Monte Olimpo, así que puedo relacionarme con el uso de la ira como defensa.

Respiré hondo y me preparé para cualquier cosa, y luego entré en la habitación a oscuras. Prax debía de tener el sueño ligero, porque en cuanto entré de puntillas en la habitación, se revolvió.

-¿Quién es?- preguntó.

Me acerqué a las persianas y las abrí, dejando entrar un poco de aire fresco. Luego encendí la lámpara más cercana, me giré y le sonreí.

-¡Buenos días! Vaya, tienes un sueño ligero. Apenas he hecho ruido.

-Sonó como un camello cargando-.

-Oh.

-No llores ni nada. Sólo estaba bromeando.

-Oh- dije de nuevo, pero esta vez sonreí. Creo que todas las guerreras son iguales. Todos tienen ese sentido del humor sarcástico.

-He sido entrenada como una guerrera- dijo. -Dormimos ligero por naturaleza, supongo.

Es extraño, pero no parecía estar tan mal hasta ahora, pero de nuevo, tal vez todavía tenía sueño. La verdad es que no lo entendía. Prax no parecía la chica tan llena de odio que había visto por última vez intentando acabar con la vida de Camila en el campo de prácticas. En cambio, parecía... derrotada, es la única forma que sé de expresarlo. Su inesperado comportamiento me hizo perder el equilibrio. Desgraciadamente, cuando eso ocurrió, me puse nerviosa y salí corriendo por la boca.