Asediados y formado, bella y valiente reina

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Hubo un ruido muy fuerte y me volví para ver a Camila golpear en la cama. No había llorado, pero yo podía oír sus respiraciones, que ella aparentemente luchaba para traer bajo control.

-Camila?- Me senté a su lado.

Cuando se volvió para mirarme, su rostro tenía una mirada en blanco. Era como si ella no me reconociera, o por lo menos, como si se esforzaban para recordarme. La expresión sólo duró unos pocos latidos del corazón y entonces ella físicamente negó con la cabeza para concentrarse en su entorno actual.

-¿Camila?- Repetí.

-Yo .. yo creo que debe de haber estado soñando-, dijo Camila, vacilante.

-Un mal sueño?-

-En parte, pero era algo más. . . así. . . confuso. -Ella pasó sus dedos por el cabello y luego me miró con una sonrisa de sueño.- Creo que todavía estoy medio dormida, pero estoy bien, de verdad. -

-Ven aquí, -.

Camila se acomodó en mi abrazo, y ambas nos recostamos contra las almohadas. No estaba segura de qué hacer con su explicación del sueño, pero desde que su respiración se había convertido ya en sonidos profundos y relajados de sueño, pensé poco más de él. ¿Por qué es que, en retrospectiva, es la más pequeña de las cosas que vienen a ser la más importante?

☾☼

Cada soldado en Corinto estaba en alerta esta noche. Numerosos fuegos iluminaban las colinas del sur, fuera de las puertas del palacio. Para un recorrido completo del sol, Melosa había estado en duelo privado. Quería saber más acerca de la otra hija de ella, pero la reina se encontraba en aislamiento y hasta yo no me atrevía a inmiscuirse en su dolor.

Camila había sido secuestrada con un número de amazonas, junto con su sacerdotisa desde hace bastante tiempo. Cuando yo viví con Cyane y sus amazonas un corto período de tiempo y he aprendido tanto como pude sobre

su historia y costumbres. Yo sabía que a pesar de que la parte de Camila en la ceremonia de esta noche sería pequeña, la sacerdotisa fue probablemente llenando mi consorte en la parte de esa historia.

Me quedé con Ganicus, parecía menos una Conquistadora que una esposa inquieta. Supongo que debía haberme sentido muy honrada, teniendo en cuenta que a pocas no amazonas no se les permitió nunca ser testigo de la cremación de una princesa amazónica.

Es sólo que yo tenía mucho peso en mi mente en ese momento. Me preguntaba cómo sin problemas esta ceremonia Amazónica iba a ir, cómo Camila se ocuparía de la situación en su conjunto y si yo sería capaz de detener a una cierta reina de las amazonas de librar una lucha estéril contra los Centauros.

Tengo que decir que cada uno de esos pensamientos se disipó en el aire el momento en que vi a Camila salir de esa tienda. Camila estaba vestida con una falda corta de piel y sin mangas. Una falda muy corta y en realidad no lo suficiente como para llamar incluso un cabestro.

Su cuello, brazos, cintura y fueron rodeados con adornos de plumas y perlas.

Ahora bien, supongo que yo había visto más revelador el atuendo de las Amazonas en el tiempo. En realidad, las mujeres que flanqueaban a Camila y la sacerdotisa llevaban menos que mi futura esposa. Si se sepa la verdad, yo. Desde luego no era reacia a ver el hermoso cuerpo de Camila.

Se trata simplemente de que yo había planeado ser la única en ver esta gran parte de ella. Yo podía sentir que el calor familiarizado arrastrarse para arriba mi cuello y miré a mi alrededor, viendo todo el mundo mirar a Camila!

-¿Qué estás mirando?- Le susurre a Ganicus.

Tenía la boca un poco abierta, sobre todo por la sorpresa, estoy segura.

La Conquistadora (Camren)Where stories live. Discover now