Había subyugado a las Amazonas a la fuerza

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-Pica-, me quejé.

-Oh, no puede ser tan malo, quédate quieta.- Delia comentó sobre mi observación.

-¡Me pica te digo, y es demasiado fuerte!-

Tiré del cuello hasta que un botón de plata se desprendió. Las criadas se disputaban el objeto suelto, y me empecé a pasear por la habitación. Dos doncellas estaban ayudando a mi costurera, Anya. Y Delia, Athena sabe por qué estaba allí, pero a medida que la situación requería de su tipo de diplomacia, vi la sabiduría en ello.

-Lo siento, Señora Conquistadora-. Anya se disculpó, a la que le sacaba cerca de la mitad una cabeza de altura. -Tal vez no tuve en cuenta el hecho de que el cuello... uhm... es...-

-¿Sí?- Yo arqueó una ceja en dirección de la joven. Es curioso cómo una de esas miradas puede hacer a un soldado en mi ejército encogerse de miedo, pero parece poco para las mujeres que empleo.

-Bueno, más bien el cuello de una guerrera orgullosa.- Anya terminó con nerviosismo.

-Lo que ella realmente quiere decir es que es dura y terca.- Delia resopló.

-¡Hades! ¿Cuándo será esto de una vez?- Me quejé. Sí, no fue una gran sorpresa para mí como lo será con los que me rodean. Realmente me queje.

-Lauren, tenemos que hablar-. Delia dijo en un tono de mando.

Miré alrededor de la habitación con mujeres jóvenes con la cabeza inclinada al suelo, tienen miedo de mirarme a los ojos. Delia entró en la otra habitación sin ni siquiera comprobar si la estaba siguiendo. ¡Dioses! ¿Cuando perdí ese control sobre mi propia casa? Una mujer me está dando las órdenes. . . a mí!

Me pidieron que fuera a la prueba para el uniforme de la boda. Era un equipo impresionante de la seda y cuero. Anya realmente hizo un trabajo maravilloso, y la chaqueta corta era perfecta. No sé lo que me pasa los últimos días. Todo iba muy bien. Solan y Camila estaban hablando un poco más fácil, mi hijo empezaba a ejercitar en el campo de práctica y mi boda estaba a días escasos de distancia.

En este momento, yo estaba viendo como mi amiga me retiró a la habitación de al lado, dejándome sentir como una niña regañada, a diferencia de la regente del imperio griego. No había nada que hacer, pero al tomar mi medicamento y seguir a Delia.

-Lauren, siéntese.- Ella ordenó el momento en que cerró la puerta detrás de mí.

-Prefiero estar de pie, gracias.-

-¡Siéntate!- -ladró.

Inmediatamente sentí doblar las rodillas. Es realmente asombroso cómo una mujer puede sonar tanto como una madre. Que se dejó caer en un taburete y frunció el ceño.

-Lauren, ¿qué pasa?- Delia me preguntó con suavidad mientras se sentaba delante de mí. -Y-, que levantó la mano, -si tú no me dices me voy caminando derecha por esa puerta.-

Tomé su consejo en serio, pero no podía dejar de sonreír un poco a sus formas maternales.

-No sé-, le dije con sinceridad. -Sé que estoy siendo una imbécil,pero me parece que no puedo detenerme.-

-¿Camila y tú han peleado?- -preguntó ella.

-No-, respondí rápidamente. -Las cosas no podrían ser mejores entre nosotras. El Imperio está prosperando. Personalmente, las cosas no podían ser más maravillosas. Me refiero a los pocos días que estoy a punto de casarse con una chica maravillosa, la vida debe ser grande, ¿verdad?- Le hice la pregunta más bien retórico.

-Y no estás preocupada acerca de eso en absoluto?-

-¿Sobre el Imperio, no, no me parece -

-Lauren, quiero decir acerca de sus inminentes nupcias.- Delia sonrió.

La Conquistadora (Camren)Where stories live. Discover now