Ya sea por accidente o por destino

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Me quedé en silencio, en el corredor al recordar la última vez que había estado buscando a Camila aquí. Era el primer día que llegó a mi casa y tuve que ir a buscarla yo misma. Negué con la cabeza, las emociones que estaba sintiendo ese día vuelven a mí. Pensando que mi esclava había permitido ser cortejada por otro, mi rabia me robó la razón.

Recuerdo que pensé que iba a matar a Camila si me la encontraba en los brazos de otro. Dioses, ha sido sólo cuestión de unas de las lunas, sin embargo, se siente como si ese día hubiera pasado hace mucho. ¿De verdad el haberme enamorado ha hecho algo diferente de mí misma en este corto tiempo? ¿Soy la persona que golpeaba, mataba y mutilaba por deporte?

¿La Conquistadora... Lauren era esa mujer realmente así?

Al final resultó que hoy he encontrado Camila sentada en el mismo lugar que cuando la encontré en aquel entonces, junto a una chimenea en la cocina de Stella. Se veía incluso más joven que sus años, sentada en un taburete, colocaba las manos en el regazo con brazos cruzados. Su cabello castaño caía suelto sobre sus hombros y sus ojos marrones parecían trozos de chocolate fundido, ya que refleja las llamas del fuego que estaban enfrente.

Yo sabía que estaba mal escuchar a escondidas. Bueno, parece que no he llegado a ser la mujer perfecta durante la noche, porque yo no podía resistirme. Camila y yo hablamos, pero su franqueza era algo que se necesita trabajar. Siempre he sido cuidadosa de revelar demasiado y con Camila, simplemente no sabía cómo. Es decir, vivir la vida de una esclava durante los últimos diez veranos causó sigilo hasta convertirse en un hábito para mi joven amante. Mi excusa fue un poco más complicada, bueno, tal vez no sea nada complicada. Era bastante simple, después de todo. Yo estaba aterrorizada, que es la única razón para ello.

Recuerdo un día en que lo único que temía era que alguien más fuerte que yo algún día pudiera venir y tomar lo que era mío. Ahora sobre todo que tengo Camila, temo mucho. Mi terror, debo nombrarlos a todos, sería mayor en número que las estrellas en el cielo nocturno. Por lo tanto, yo digo todo esto en un intento patético por justificar mis acciones siguientes. Me puse detrás de una pared de barriles llenos de miel y procedí a observar y escuchar todo lo que mi futura esposa y la cocinera, dijeron.

- ¿Está segura que no es imposición, Stella? - Preguntó Camila.

-Por supuesto que no, hija. ¡No hay nada que me guste más que la planificación de una buena fiesta! - exclamó la anciana con un guiño. -Así que, dime, ¿por qué tanto alboroto por este joven?

-Debido a que es... - Camila se detuvo bruscamente. -Bueno, porque él es un dignatario de la Nación Centauro.

Camila bajó la cabeza rápidamente, tan rápidamente, de hecho, que se perdió la sonrisa pequeña que tiró de las comisuras de los labios de la mujer de edad avanzada. Me di cuenta de que Stella conocía a Camila lo suficientemente bien como para ver que la joven estaba ocultando algo acerca de la identidad del niño.

Me preguntaba, con una sonrisa, ¿cuánto tiempo le tomaría a mi amante admitir la verdad.

Sinceramente, no albergaria ningún rencor hacia Camila por dar la información a Stella. Esta anciana sabía más de mí que ni siquiera mi capitán, Ganicus lo hacía. Por otra parte, Stella era más inteligente que la mayoría, yo no creía que fuera a tomarle mucho tiempo saber la verdad. No tenía miedo de los que me conocía a una mujer y una persona, podría llegar a la conclusión de que Solan era de hecho mi hijo, pero también para que aquellos que me conocía simplemente como la Conquistadora nunca se imaginaría que este rumor pudiera ser cierto.

-Admítelo, Camila, es más que eso. ¿No? - pinchó.

Camila miró a la cocinera, con la preocupación escrita en su cara. -No puedo decirlo, Stella. Por favor no me pregunte de nuevo. -Ese comentario me sorprendió. Empecé a ver en ese momento que, aunque apareciera muy honesta e inocente, Camila era en verdad una joven capaz de calmar la lengua cuando era necesario. Un sentimiento no muy diferente de orgullo se apoderó de mí, pensando en un futuro que podía confiar de verdad en una persona.

La Conquistadora (Camren)Where stories live. Discover now