➳ 17 | Dulces de leche | ➳

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¿Qué tentación más grande que poder ver sin si quiera tocar?

—¿El muy hijo de puta nos está amenazando?—Kalet cuestiona indignado.

Taylor solamente observa la carta sentado en su escritorio, no ha dicho una palabra desde que Lucka se la dio.

—Le está dando la bienvenida a Raven—dice Lucka

—Y además nos está declarando la guerra—dicta Alexey detrás de nosotros. Volteamos a verlo—. No sean ingenuos, "Se vienen tiempos difíciles" no es una carta de amor, es una sentencia de muerte.

Los cuatro miramos a Taylor que no ha dicho nada. Tiene la mano en la barbilla y lo veo pensativo sin despegar la mirada de la carta, no puedo decir mucho yo quede igual o hasta peor, pero él es el jodido general Justin Taylor, reacciona por favor...

La tensión en el lugar es palpable, al quedar todos en silencio solo las respiraciones quedan presentes haciendo que el momento sea aún más desesperante. 

Al leer la carta, Lucka salió disparado de la habitación y a mi no me quedo de otra que seguirlo pero, no sin antes cambiar mis fachas, aún siento algunas heridas abiertas y la sangre ensuciando la ropa negra, ya que solo conseguimos curar la espalda. Yo solo estoy esperando que Taylor no se de cuenta de mi deplorable estado.

Siento como su mirada está analizando la situación. 

Nosotros lo miramos esperando sus instrucciones.

Sé que su silencio se debe a algo, puede que lo este procesado o puede que este intentando buscar la forma de salir de esto. Siempre es el que actúa primero.

—De acuerdo—se levanta del asiento de cuero rojo—. Así es como vamos a proceder. 

Nos mira.

—Hay una misión que va a llevarse a cabo dentro de dos semanas, no es para alguien de tu clan pero tomando en cuenta las circunstancias... vas a ir—sale de la silla, se posa frente a mi y se recuesta en el escritorio—. La amenaza la vamos a dejar pasar, él quiere que nos pongamos a la defensiva y que saquemos toda nuestra artillería pero obviamente no vamos a darle el gusto.

Respira y se acerca.

Que no me toque...

—Por ahora tomemos la carta como lo que quizo transmitir al principio—se encoje de hombros—, una calurosa y agradable bienvenida.

Eso no fue agradable, fue... realmente escalofriante

—¿Cómo entró esa carta aquí?—Alexey hace una buena pregunta.

—¿Polizón?—Lucka da la opción de que haya algún infiltrado.

—Nuestro sistema de seguridad cubre hasta las más mínima grieta, es imposible que entre algún destripador aquí—el rubio es el que responde.

—Exactamente—rectifica Taylor—. Constantine es más inteligente que eso, muy fácilmente pudo enviarla por correspondencia a nuestro nombre para la policía o hackear nuestros sistemas para de alguna forma hacer que llegará. 

Los oigo hablar sin decir una palabra al respecto.

—Pero de ninguna forma se arriesgaría a meter a alguien aquí, sabe que lo descubriríamos y no viviría un día más. Sería un seguidor menos para él.

Siento como la ansiedad comienza a rascar en mi estómago e intento ignorarla, no necesito esto ahora.

Un suspiro pesado sale de mi garganta y Taylor me mira.

—¿Por qué ella tiene que ir a la misión?, ya somos suficientes con el escuadrón número siete—Alexey protesta y debo decir que había tardado. Sé cual es la misión, ya que mis amigos son el escuadrón siete al igual que yo, pero obviamente yo no iba a participar porque soy una principiante.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora