➳ 25 | Resentimiento pt 1 | ➳

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Entre peones, jugadores y cristal, nunca falta un secreto especial.

Raven Killer

Dos semanas después.

Hago un esfuerzo por terminar los abdominales al sentir los dolores prensando mi vientre. Mis brazos flaquean y frunzo los labios.

—¡Faltan veinte más preciosa!—me grita Asher.

Ruedo los ojos.

Hago las que me faltan tragándome el dolor que me recorre el cuerpo, las punzadas continúan y sigo con miedo a que se me abra la herida por la fuerza que hago pero según Asher, es muy poco probable que después de dos semanas de haberme quitado los puntos se abra. 

Solo soy demasiado dramática según él.

Me levanto y de inmediato él me recorre de arriba a abajo con descaro. Niega mientras sonríe.

—¿Cómo logran lo Quinn sin meterte la lengua por la garganta?—me cuestiona.

Ja!. Si el Adonis supiera.

—Digamos que tienen buen auto control.

—Claro, auto control el mío teniéndote con shorts diminutos y con un top deportivo mostrando las tetas justo frente a mi Raven—es directo. Lo miro mal y me acerco a limpiarme con una toalla.

Lo veo por encima de mi hombro.

—Tu tampoco estás nada mal Asher—le digo.

Hemos pasado las últimas dos semanas juntos para arriba y para abajo, tanto para la terapia de rehabilitación como, tomarme mis medicamentos y contarme los chismes de la base. Sonrío al recordarlo.

Es bastante agradable a decir verdad. Tiene un buen sentido del humor y es exageradamente guapo.

Tomo una respiración profunda antes de bajar el short y ver mi vientre. Todo está en orden.

—¿Cuanto más tengo que esperar para volver a entrenar?—le pregunto volteando.

Él se levanta de la silla en donde estaba sentado mientras yo me jodia el culo con los ejercicios, me mira 

—En realidad puedes hacerlo desde hace unos cinco días—me dice e inmediatamente le doy un golpe en el pectoral. Él no se mueve.

—¡Y por qué no me dijiste!—le grito.

—¡Hey, Hey!—me manotea las manos—. Tenía que asegurarme de que no hubiera problemas.

—Claro—me pongo las manos en las caderas—, que no hubieran problemas con mis tetas.

Entorno lo ojos.

—También—dice. Le doy otro golpe.

Me volteo y camino hacia la cafetería, él me sigue y de inmediato las miradas caen en nosotros. El entrar con Asher Duncan, (uno de los mejores Cazadores en la historia de la base) creo que es motivo de atención.

Subo mi mentón cuando recibo la atención de varios chicos por mi vestimenta.

Estoy tan cómoda que realmente me da igual.

Paso a sentarme con Asher y él pide lo mismo para los dos.

Hablamos de que no tengo que esforzarme mucho en los primeros días y que por nada del mundo debo dejar mis medicamentos hasta que pase un mes completo con ellos. Nos traen la comida y él mira incómodo a los demás.

—Las personas por aquí no han cambiado mucho—dice y alza las cejas—. Ni se puede comer tranquilo sin sentir que alguien te está evaluando.

—Supongo que te pasaba mucho—digo mientras introduzco una papa frita en mi boca.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now