➳ 8 | Instinto | ➳

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Los Quinn son imanes peculiares y que casualidad que Raven sea un metal muy curioso.

Aunque uno no quiera admitirlo, siempre, siempre hay un grupo de chicos en la escuela que le bajan las pantaletas hasta a las lesbianas. Son todos unos tumba sostenes.

Cada uno tiene su toque, es atractivo, músculoso, sonrisa perfecta, personalidad única-desde un patán atlético, hasta los atléticos con corazón de oro-, hay muchos, muchos tipos. Pero en especial mi tipo favorito era el atlético pero con corazón de oro.

Liam Kyle.

Mi novio de preparatoria, un cariño gigante, una personalidad hermosa, un rostro tan atractivo y adorable a la vez, un cuerpo para babear, buenas notas, popular, capitán del equipo de fútbol y tristemente el estereotipo de una preparatoria.

Su físico lo ayudaba mucho, rubio, ojos color miel, piel bronceada por tanto tiempo al aire libre y un cuerpo marcado y una personalidad que hacía que ni el mismo se diera cuenta de lo lindo que era, y eso amigas lo hacía mucho más lindo.

Demasiadas caras, demasiados chicos, demasiados músculos y mucha testosterona, pero nada se compara con el chico que tengo adelante. Él y sus hermanos me tienen muy sorprendida, debo admitirlo. Cada uno tiene lo suyo, nada simple, nada que ves todos los días, nada igual que los demás, en realidad, nada que haya visto antes.

Los Quinn son esos chicos peculiares que atraen como un imán a las chicas curiosas, son muy atrayentes, no sólo por sus físicos peculiares, sino también por la energía que transmiten, cada uno tiene un aire distinto.

Nunca había pasado ni cinco minutos con uno, por eso digo todo esto. Y vuelvo a convencerme de cada uno es muy, muy diferente.

Kalet= el aire que te transmite es, chispeante, elegante y sexy.

Lucka= el aire que te transmite es... de seriedad, pero a la vez la picardía y algo de... deseo en su mirada.

Alexey= él te transmite escalofríos, misterio y malicia. Sólo lo he visto una vez asi que, no puedo decir mucho.

—Se nota que Taylor no te quiere dejar ir de aquí—dice el castaño haciendo que salga mis pensamientos. Lo observo con detenimiento; está recorriendo la habitación mientras ve las cosas con curiosidad.

—¿Por qué lo dices?—inquiero por su comentario.

Rueda los ojos—. Siendo una neófita tienes la habitación de una roble—suelta un bufido y niega detenidamente—, se nota que eres especial...—me mira directamente—; para él—aclara.

Ruedo los ojos y me levanto de la cama, ya me harté—. No soy muy paciente—alzo una ceja y me cruzo de brazos, mis pechos se realzan por el gesto. Baja su mirada a ellos un momento quedándose allí, aclaro mi garganta—. Mis ojos están aquí.

Ya es la segunda vez que los mira sin descaro, ¿qué le pasa?.

—Bien—se lanza en la cama y se arrecuesta de el cabecero poniendo sus manos cruzadas detrás de su cabeza. Alzo mis cejas por su gran seguridad—. Pregunta.

Abro la boca para protestar pero me retracto, no estoy para perder tiempo—. De acuerdo-me siento en el borde de la cama—, primero que nada, ¿qué es eso de neófita?.

—Esa marca que tu tienes desde que naciste, como ya sabes es un interruptor que al tomar la celestial encendió tu lado cazador. Esa marca roja se llama Alquina y la tenemos todos y cada unos de los que estamos aquí blah blah blah—rueda los ojos moviendo su mano—, después de tomar esa bebida biológicamente eres una Neófita. Aquí en la base estamos distribuidos por clanes, los principiantes son los Neófitos, los Neófitos no han cazado, y están en transición. Los que ya han cazado un... bocadillo y saben más de su naturaleza son Ateneos y ya los que son más experimentados, han cazado más y ya tienen un buen entrenamiento tanto en coartadas como en combate se les llama Robles.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora