ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]

➳ 28 | Distinción | ➳

Daddy Quinn 

Para muchos no es un secreto que la elegancia es mejor que cualquier cosa, mejor que verte sexy o descubierto, mejor que mostrar material, la elegancia lo es todo. Da a demostrar muchas cosas, habla mucho de ti y dependiendo de la forma en que vayas vestido puede dar a entender tu forma de ser, tu carácter, tus inseguridades y a veces hasta tu forma de ver a los demás.

Arturo Quinn es elegante.

Demasiado a decir verdad y puedo concluir con verlo que Kalet saco la elegancia de él, Lucka lo amargado de su forma de ser y Alexey lo estricto y correcto de su carácter.

Tengo que admitirlo, el hombre hace que me pesen los ojos por verlo caminar, hablar o incluso hacer gestos, y su simple aura de; soy más grande que cualquier otra cosa es algo sus hijos también heredaron y joder... no lo soporto.

Solo de verlo, no lo soporto.

Si algo he aprendido de Tatiana es que cuando sientes una vibra extraña, sal corriendo.

Pero yo ya sabía que ese hombre era un problemático y sobre todo un insoportable, no puedo evitar que la sangre me hierva al verlo.

—¡¿Cómo?!—exclamo cuando oigo algo que me hace despertar de mi evaluación.

—Lo que dije—indica Taylor—. No vas a ir y es mi última palabra.

—¡Es Constantine!—me levanto del asiento y señalo la pantalla de cristal con todos los gráficos y estrategias que se planean—, y por lo que sabemos planea matar a una ciudad entera si no actuamos rápido.

El pelirrojo solo niega.

—Ya lo dije Raven.

—¡Pero...!.

—¡Joder ya dije que no!—exclama—. Él nos está citando y es obvio a que espera que vayas.

—¿Y por qué razón no puedo ir?.

—¿No es obvio?—arruga el ceño como si estuviera loca—. Puedes morir si ese hombre está ahí.

—¡El viejo ese nunca sale de su sarcófago y no le gusta mostrar la cara!. Mucho menos lo va a hacer por mí que soy una recién llegada.

—No me voy a arriesgar y ya dije que no hablaré más.

Ruedo los ojos y me echo en el asiento.

—¿Qué esperas para irte?—me mira al sentarme.

—¿Disculpa?.

—No vas a estar en la misión, por lo tanto no harás parte de la estrategia y no tienes porque estar aquí.

Yo quedo con la boca entre abierta y miro a todos los del escuadrón, las chicas me miran con una clara disculpa en sus rostros y los chicos solo bajan la cabeza. Veo a los Quinn y Kalet no me mira, Lucka está mirando a la nada y Alexey contiene una risa en los labios.

Alzo la ceja.

Volteo a ver al padre de ellos sentado en uno de los escritorios a parte analizando la carta de Constantine una y otra vez, buscando algo para descifrar el acertijo. Tiene los pies encima de la mesa y trae un traje de color negro. 

Respiro hondo, hincho el pecho y me levanto. 

—De acuerdo—intento sonar pasiva—. Hagan su mierda.

Eso no es ser pasiva Raven.

Para mí sí.

Salgo del nuestro salón de estrategias y mis pasos son más fuertes de lo normal. ¿Cuál es la necesidad de sacarme?, así jamás voy a subir de clan si me comienzan a dejar fuera de las misiones por el viejo que intenta matarme.