➳ 45 | Arma Arkana. Pt 1 | ➳

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Dejo esta señal para que las que quieran escuchen está musica, siento que representan demasiado este capitulo; 

El mundo está lleno de posibilidades, quizás demasiadas.


¿Saben esa sensación de cuando algo es de una forma y ustedes lo ven de esa forma, pero... no es así?.

Una ilusión...

Algo se sentía extraño. Sentía algo en mi interior, algo era distinto después de leer eso. Esa... esa cosa. No lo entiendo en absoluto y no se porque siento que eso significa más de lo que mi cabeza está preparada para aceptar.

Entro la oficina abriendo la puerta con furor.

Camino y lanzo el libro encima del escritorio.

—¿Qué carajos es esto Taylor?.

Pasan los meses y seguimos en este tipo de situaciones.

Él, me mira cansado, como siempre que le pregunto o vengo con más cosas como estas. Baja los pies que tenía encima del escritorio, incorpora su cuerpo y cuando su ojos se clavan en el libro que acabo de lanzar, su expresión se cae.

Dios... ¿Así de malo es?.

—Raven...

No termina de hablar. Traga muy grueso y toma el libro, lo abre en la pagina y yo me le quedo mirando por unos segundos. Preso de sus sentidos, de su garganta que no quiere abrirse, temiendo a lo que ve en esa portada roja de terciopelo.

—Busca a los chicos.

Frunzo el ceño.

—Taylor...

—Esto involucra a los chicos, llámalos.

Lo miro con enojo un segundo antes de voltearme a la puerta. Voy hasta el salón de estrategias y los encuentro hablando con los demás. Rania, Tatiana, Katara, Keira, Anubis, Alessandro y Jaxon están con ellos. Charlando alrededor de las mesas.

—Alexey, Kalet y Lucka—hablo de forma seria y todos voltean, pero ellos se levantan sin chistar—Taylor requiere de nuestra presencia.

Comienzan a caminar y cuando se acercan a mi, puedo notar cierto incertidumbre en su rostro. Pero sobre todo, algo ha cambiado en ellos desde el funeral de Becca. No sé porque los siento más grandes, más fuertes y bellos de lo normal. Hasta sus ojos me parecen más brillantes que antes.

O era algo de mis hormonas o ya toque fondo con mi locura.

Llegamos a la oficina.

—Cierren la puerta.

Los Quinn y yo nos miramos entre si. Hago un movimiento con mi mandíbula para que le hagan caso.

—Y pasen el pestiño.

Sentimos la tensión en el aire. Es palpable.

Ahora yo soy la que traga grueso, con un nudo en la garganta que me hace doler hasta el estomago de los nervios. Kalet pasa el pestiño.

Yo volteo a ver a Taylor.

—Siéntense.

Los cuatro nos sentamos. Ellos tres en los sillones rojos de adelante y yo en uno que está más atrás. Lo único que veo de ellos son sus espaldas. Me cruzo de piernas y me recuesto.

Algo que dice que esto es... pesado. Y mucho.

Taylor deja el libro en el medio del escritorio y se levanta.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now