➳ 40 | Mudando piel | ➳

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Máscara fuera.

Creo que debí ser más honesta al inicio.

No me malinterpreten ni se molesten conmigo, tengo muchas y en serio un montón de razones por la cuales soy tan desconfiada, mentirosa e incluso insensible. Esperaba que este momento de abrirme no tuviera que llegar pero las cosas no salieron como esperé.

Si quería que todo se cumpliera al pie de la letra entonces había que ocultar muchas cosas a muchas personas. Nunca se debe hablar demasiado o puede que se genere un boomerang innecesario.

Yo debía mantener un perfil. Un papel, que me permitiera hacer lo que yo quisiera y si esto no pasaba pues muchas cosas estarían en mi contra.

De acuerdo si voy a ser honesta, hay que regresar hace dieciocho años atrás.

Me llamo Raven Killer Reid. Nací en Londres, Inglaterra y me mude a Nueva York cuando cumplí trece. Mi infancia como ya lo he dicho estaba llena de sirvientes y personas que hacían las cosas por mí, por esta razón era extremadamente malcriada e irritante.

A pesar de todo esto, era una niña muy inteligente y tenía sobresalientes en mis calificaciones. En pocas palabras era excelente con los estudios. Era muy ordenada, muy disciplinada, era una fanática del control. Mis padres siempre han tenido buen estatus social, así que mi casa en Londres era igual de grande que la de Nueva York.

Un día, a mis trece años estaba en la biblioteca de la casa, a pesar de que odiaba leer era mucho mejor la información que adquiría de los libros que del internet. Recuerdo perfectamente ese día; estaba cansada por las clases de equitación y tenía demasiada tarea así que mi irritación era de otro nivel.

Me cansé de buscar información en las áreas comunes que solía encontrar y opté por algo desafiante.

Husmear en los libros de Papá.

Fui hasta su oficina creyendo que encontraría algo útil y sí que encontré algo sorprendente.

Cuando estaba buscando, un libro de tapa dura dorado y con las letras C y D entrelazadas en la portada llamó mucho mi atención. Lo abrí y fue cuando mi mente de niñata inocente, malcriada, mimada y estúpida se esfumó.

El libro hablaba de mi marca de nacimiento, mi linaje, lo que practicábamos, nuestros enemigos naturales, como perder mi humanidad, la ceremonia de iniciación con la Celestial, los cargos, clanes, todo acerca de la historia Cazadora, hasta del fundadores  y  lo que fue la gota que colmo el vaso fue ver fotos de mi padres relacionado con todo esto; en la base, con uniformes, luchando, fotos de sus Alquinas de nacimiento. También tenía sobre historia Destripadora pero por lo conmocionada que me encontraba, no llegue a leer esa parte.

Mis padres estaban en un viaje de negocios y volvían la semana próxima.

Me leí todo sobre los Cazadores dos veces en ese lapsus de tiempo. Cuando llegaron, los enfrenté.

Como siempre que regresaban, teníamos una cena familiar.

—¿Cómo has estado cielo?—mi madre me preguntó mientras se sentaba y le servían la comida—. Espero que hayas terminado todos los deberes.

La miré sonriente.

Su cabello rubio estaba radiante y sus ojos marrones me miraban con adoración.

—Claro que sí, madre.

Tenía el libro entre mis piernas, lista para ponerlo en la mesa.

—¿Qué tal las clases de equitación?.

—Excepcionales—seguí la corriente mientras picaba mi carne—. Aunque sigo aspirando a un caballo propio padre, los del establo siempre huelen a paja y no tienen ni un accesorio. Parecen de campo.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora