ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]

➳ 19 | Poder | ➳

Cada mentira que sale de nuestra boca es una deuda con la verdad, que tarde o temprano, hay que pagar. 

Constantine Hux.

Escucho el ligero tic tac que hace el reloj Cartier en mi mano, el olor a cuero es absorbido por mis fosas nasales y el ligero olor a loción varonil que cargo encima junto con mi traje de color negro me hacen ver y transpirar elegancia.

Siempre transpiro elegancia. 

Me quito la máscara cuando la persona frente a mi se venda los ojos.

—Ya debería de poder verte a los ojos—dice la mujer sin poder ver absolutamente nada.

—No aguantarías verme directamente a los ojos—dicto.

—¿Por qué lo dices?—pregunta. Chasqueo la lengua.

—¿Quién te hizo creer que tenías ese privilegio?—digo refiriéndome a que quiere verme.

—El estarme acostando con el hombre más poderoso del mundo criminal debería de ser un pase libre—suelto una carcajada.

—Ya quisieras niña—el apodo la hace arrugar el ceño. Nuestra diferencia de edad es....turbia, en mi opinión.

A ella le vale mierda, si fuera por ella seguiríamos cogiendo como conejos hasta que la parta en dos. Está loca.

—Confía Hux... sólo déjame verte—se lleva la mano a la venda y la apunto con la pistola que tenía al lado, activo el gatillo.

—Apenas toques esa tela, tu cabeza sale volando—aclaro.

—Supongo que es un no—baja la mano.

Tomo una bocada de aire y gruño de manera molesta.

—Sabes porque estás aquí, habla—suspira y se cruza de piernas.

—Tu asiento es el numero siete en la fila A—a ciegas, se saca el boleto del bolsillo y me lo tiende—. Vas a tener una vista perfecta del escenario y sobre todo, una vista perfecta de ella. Tienes que salir de ahí en la tercera estrofa de esa canción, no queremos dejar a los Destripadores sin líder.

Tuerzo los ojos.

El que menos saldría lastimado de ese lugar sería yo.

—Está demás decir que puedes andar tranquilo porque nadie conoce tu aspecto.

Levanto el mentón orgulloso de saber que en todos estos años absolutamente nadie me conoce físicamente. Ha sido un poco complicado por todo lo que conlleva ser el líder de una raza de asesinos, tengo que representarnos en muchos lugares, y pelear, algo que no ha sido difícil pues soy reconocido como uno de los más temidos y con más experiencia en el cartel criminal de todo el mundo. En pocas palabras soy letal.

Pero no ha sido imposible.

Además la máscara que cargo siempre es como todas las de mis súbditos; de porcelana blanca y son a presión, una vez que te la pones sólo tu puedes quitarla ya que sólo tú sabes como. Han intentado arrancarla de mi rostro miles de veces pero no ha logrado hacerle si quiera un rasguño.

Miro a través del vidrio blindado las calles de París y sonrío.

Se atreve a salir sabiendo que no estaría a salvo si llego a encontrarla. Atrevida... debo decirlo. Veamos si eres tan buena como se oye por los rumores.

Raven acaba de llegar al mundo criminal y de por sí ya muchas personas la tienen en la mira, es la joya del momento, todos quieren conocerla, reclutarla o capturarla; asesinos, narcotraficantes, la CIA, mafiosos y todo tipo de criminales en el mundo.