➳ 4 | En el blanco | ➳

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Dardos.

Observo la escena mientras que tres chicos, juegan dardos en el centro del círculo escandaloso.

Dos están sentados en una mesa alta y pequeña, mientras que uno está posicionado para lanzar una dardo. Los que están en la mesa tienen unos shots de una bebida roja—una muy, muy llamativa—y en el centro de la mesa una botella totalmente plateada.

¿Acero?.

La bebida que está en los shots llama mucho mi atención, ya que es un color muy fuerte y super vivo.

Digamos que es un rojo eléctrico.

El ambiente alrededor de ellos me soprende. Los gritos son alentadores, otros retadores muchos admiradores.

Las personas que crean bullicio están entusiasmadas por lo que sea que signifique la escena en el centro del círculo. Se puede sentir la admiración que les tienen de tan sólo mirar sus expresiones.

Debido a las luces tenues del lugar es difícil ver sus rostros. Me doy cuenta de que enfrente de ellos hay una luz mucho más blanca y luminosa.

Si voy a al frente puedo verlos.

Pero estoy segura que todos estos cuerpos empapados en entusiasmo no me lo van a permitir.

Intento forzar mi vista para detallar mejor los rostros de aquellos chicos, y lo logro.

De los dos que están en la mesa, uno de castaño y otro es pelinegro. Y el que está de pie y calculando su lanzamiento es rubio. Muy rubio.

Ni las barbies lo tienen asi.

Pero algo llama mi atención algo realmente raro. A ese pelinegro lo he visto antes.

Lo examinó de arriba abajo y entorno mis ojos.

¡Claro!.

Es el chico que ví en el "Olimpo".

El rubio echa su brazo un poco hacía atrás y los chicos de la mesa dejan su conversación y le prestan su total atención. El rubio impulsa el brazo, lanza el dardo y este se clava en el centro.

Se voltea para ver a el castaño y al pelinegro—. ¡¿Qué les dije?! Celestial por dos meses—exclama sonriente caminando hacia la mesa.

Celestial...

Otra vez esa palabrita. ¿Qué es eso?

Siento como las personas se remueven detrás de mi y no me doy cuenta cuando tengo a Becca al lado—. Ah, son ellos...—bufa decepcionada.

—¿Quienes son ellos?.—le cuestionó sin despegar mi mirada de los tres chicos.

—Bueno...—ella lo piensa y yo me vuelvo para ver el porque de su duda, cuando la veo ella también tiene sus claros iris en los chicos. Hace un mohín con los labios—. Creo que lo mejor es que...—sus ojos se posan en mi y sonríe—, lo veas tú misma.

Rápidamente volteo y los veo, los tres están hablando entre sí, de repente una luz encima de la mesa se enciende, no es tan luminosa como la otra. Pero definitivamente ayuda.

El chico que ví en el Olimpo, es pelinegro pero no puedo ver el color de sus ojos.

El otro es rubio—la barbie se quedó pendeja —pero lo que si puedo notar es que sus ojos son oscuros. Muy oscuros.  Casi como... ¿los míos?.

El otro tiene el cabello de un castaño, ni claro, ni oscuro, medio. También puedo ver que sus ojos son claros pero no puedo ver el color.

Son muy diferentes. Demasiado diría yo.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now