➳ 7 | Transición | ➳

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¿Sabes cuando no haz estado en una situación así de adrenalinante y todo lo que experimentas en ese momento es nuevo para ti?. Sí, asi me siento ahora. Nunca en mi vida me había sentido asi, es extraño, es como un escalofrío, como un vacío que se extiende por todo tu cuerpo causándole al mismo un hormigueo intenso y repetitivo.

La aceleración de tu corazón es demasiado veloz para permitirte procesar todo.

Miedo.

Eso era, yo estaba sintiendo miedo por primera vez en mi vida. No me mires así, mis papás siempre fueron muy sobreprotectores, una vez llegamos a tener guardias en nuestra casa por el simple hecho de que la noche anterior habíamos escuchado ruidos en la cocina.

Mi respiración se está acelerando a medida que mi pecho sube y baja con mucha rapidez, mi manos tiemblan a mis costados y siento que mi corazón se va a salir de mi pecho. ¿El por qué?, las personas enfrente de mi y la mesa con una botella y una copa al lado de mi.

Ah si. Y... Él.

Taylor y su ultima declaración antes de caminar hacía atrás.

"Si la bebes y tu organismo no la soporta podrías llegar a... morrir".

Otro escalofrío me recorre, erizando mi piel. Miro a los espectadores enfrente de mí, mi pecho subiendo y bajando muy fuertemente. Demasiado diría yo. Comienzo a soltar mucho aire por mi nariz. Mis manos se aferran a la silla y la aprietan muy fuerte, el sonido de mis uñas rajando el reluciente acero es algo irritante para mis oídos. Empiezo a mirar a todas partes nerviosa.

Raven no, no, controlate. Sabes hacerlo.

Mis alertas se encienden. Como me enseñaron... respira... respira... uno... dos... tres... cuatro... cinco.

Eso es...

Abro los ojos que ni siquiera sabía que tenía cerrados, suelto mi agarre de la silla. Las personas siguen ahí, mirándome con atención y curiosidad. Taylor se mueve detrás de mi para ir a la mesa, lo sigo con mi mirada curiosa, sus pasos son dudosos, cautelosos, como sí no supiera si hacer o no las cosas, como si... tuviera...

Miedo. Él también lo tiene, puedo sentirlo, sus ojos grises aún con ese brillo extraño. La profundidad en esos ojos plomo sólo me dan a entender algo.

Él quiere que yo pasé la prueba de esta bebida, de esta tetrica y extraña bebida. Él quiere que yo sea una auténtica Cazadora. Que ni respigue al beberla. Tenía que hacerlo, yo podía. Tenía que.

Con la mirada sobre mí abre la botella y me doy cuenta de lo despeinado de su cabello rojizo y unas oscuras bolsas cubren la parte de abajo de sus cristalinos ojos. Bajo la mirada aún con mi respiración vuelta un caos y mis manos a mis costados. Las subo a mi regazo y aprieto la aterciopelada falda negra del vestido.

Vuelvo a mirarlo y veo como sirve la bebida en la copa transparente y me quedo sin aliento.

Mi mente queda hipnotizada al ver la bebida, al ver ese líquido tan, pero tan hipnótico, tan deslumbrante y hechizador, su color me ciega por un momento. Demasiado llamativo y reluciente, de un color demasiado vivo y hermoso.

Rojo eléctrico.

Ese es el color de esta bebida, rojo, rojo vivo, no un rojo opaco y feo, no un vinotinto, no un rojo anaranjado, un rojo vivo. Un rojo eléctrico. Miro la copa servida y podría decir que es el color mas llamativo que he visto en mi vida.

Él deja la botella a un lado y yo sigo cada uno de sus movimientos hasta que lo tengo nuevamente atrás, siento su calor corporal en mi espalda y mi corazón empieza a acelerarse nuevamente.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now