➳ 26 | Resentimiento pt 2 | ➳

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Tentar a la reina a dejar el tablero puede dejarte herido o hasta muerto.

—¿Lista?—me preguntan a través del intercomunicador en mi oreja.

Asiento en un sí a la cámara de la esquina superior.

—¡Perra el labial!—me regaña la chica que me maquilla. Con el gesto regué el producto.

Ella me limpia y lo vuelve a aplicar.

—De acuerdo Raven, Keira y Rania—nos miramos las tres—. Recuerden que...

—Mientras más deseables; más caras, mientras más caras; inalcanzables—decimos las tres al unísono.

—¿Qué dijeron perras?—la maquilladora nos ve raro.

Hago un gesto restando importancia al asunto.

—¿Recuérdenme por qué tengo un vestido de lentejuelas y qué me impide quemarlo?—se cuestiona Keira mirándose en un espejo de cuerpo completo. 

El vestido es de color azul celeste, es diminuto permitiendo que se vean las siluetas de sus nalgas, es ajustado y de tirantes dejando a la vista unos pequeños aunque hermosos pechos. Tiene una cola de caballo en su cabello rubio y un maquillaje oscuro resaltando sus ojos azules.

Se ve hermosa pero es demasiado para ella misma.

—Por trabajo linda, estamos trabajando—le recalca Rania.

Ella está en un conjunto de top y falda corta, ambos son de color dorado satén. Le maquillaron las piernas y se las aceitaron para hacerlas ver bronceadas al igual que el resto de su cuerpo, tiene el cabello corto alborotado y un ligero delineado de gato.

—Eso sonó a que somos prostitutas—dice la emo mientras se mete una ala de pollo frito en la boca. 

—¿Estás demente?, ¡Te vas a arruinar el maquillaje!—le grita la maquilladora.

—No más demente que los Quinn—menciona Keira seguido de una risa.

Rania le sigue y yo me río con ellas.

Pero no puedo evitar que mi risa se acabe tan rápido como comenzó, me miro en el espejo y el reflejo de los ojos de Kalet aparece en mi visión, reflejados en los míos.

Bajo la mirada.

Lo hiciste bien, lo hiciste bien...

Lo hice bien...

Lo hice bien.

Sacudo la cabeza quitándome el pensamiento y concentrándome en la misión. No puedo recibir otro disparo de nuevo.

—Escuché eso idiota—la voz imponente de Lucka a través de auricular la congela.

Keira deja de comer pollo.

—Se suponía que lo hicieras, ¿o eres sordo también?—contraataca la rubia. 

Genial...

Ellos se insultan entre ellos por los diminutos comunicadores de nuestros oídos y hago lo posible por ignorarlos mientras que me levanto del asiento repasando mi vestuario con cierto.... asco.

Mi cuerpo viste un corset en forma de body dejando a la vista todas mis piernas y mi trasero, su material es duro como roca y está cubierto en su totalidad de diamantes, puros diamantes. Con escote en forma de corazón y unas pocas tiras brillantes que lo adornan en varias partes. Los tacones de veinte centímetros me hacen ver más alta, mi maquillaje dorado resalta mis ojos negros y mi cabello está en una cola alta.

Parezco muñeca de vitrina.

Ja que casualidad que de eso vayas a hacerte pasar hoy.

De acuerdo, consciencia OFF.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora