➳ 9 | El enemigo | ➳

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Decirle que no a ellos es sinónimo de sangre, dolor y... erecciones.


—¿Y entonces?—frunzo mis labios mirando al pelirrojo de brazos cruzados frente a mí.

—¡No soporto estar encerrada!—exclamo antes de darle una mordida a la tostada de mi plato.

Me levanté, con toda la energía del mundo y los ánimos arriba el día de hoy y cuando estaba apunto de salir para ir a desayunar a la cafetería, Taylor irrumpió en mi habitación.

—Me da igual—se pasa la mano por su maraña rojiza—, si te digo que no sales, NO sales ¿entiendes?—hago un repaso mental y sonrío sin vergüenza.

—Lucka nunca dijo que tenía prohibido salir—me excuso.

Frunce los labios con ira, sus ojos grises se ven cansados.

—Es obvio que no tienes porque salir, él te dijo lo que puede llegar a pasar si lo haces—rueda sus grises ojos, su tono de voz está más alto que antes—, ¡pensé que serías lo suficientemente inteligente como para entenderlo!—exclama y bajo la cabeza.

—Lo sé, es solo que—busco las palabras—. Entiende que  no es fácil acoplarse a esto tan rápido, tenía un estilo de vida muy distinto, todo tenía que hacerlo yo, vivía de aquí para allá y siempre he sido independiente—lo miro—, comprendelo, yo tenía una vida antes de esto y no estoy acostumbrada a que me traten como una princesa ni que me traigan la comida—señalo la bandeja de plata y con comida en la cama—, y ahora tengo todo esto—me encojo de hombros—. ¿Sabes?, por muy especial que me creas, no me gusta depender de los demás.

Él ladea la cabeza—. Oh, entonces prefieres que te trate como una—se detiene y respira hondo, baja sus brazos cruzados.

Mira al piso y niega.

—Yo puedo entender que es difícil, lo sé, yo también lo viví. Todos aquí lo han hecho, pero necesito que te aclopes rápido—se acerca a la cama y niega—, después de que pase una semana puedes salir, sigues estando en transición pero, tu instinto se calma mucho— tomo el vaso con jugo de naranja. Él observa cada uno de mis movimientos.

—Está bien—lo acerco a mi boca y suspiro—, sólo digo que lo que pasó en el Olimpo fue algo inesperado—me encojo de hombros y abro la boca para tomar un gran sorbo

De inmediato mi garganta reclama un dolor por un ardor increíblemente grande, pica y arde como el diablo, mi encía, garganta, y nariz arden como si me estuvieran quemando y lo reclaman con cosquilleos dolorosos que me hacen devolver el jugo como si fuera ácido para mi boca.

Taylor reacciona de inmediato cuando me caigo al piso, escupiendo todo lo que tomé, me toma de los hombros y yo doy arcadas,  el aire entra a mi boca haciendo que el ardor sea mayor como si estuviera soplando en una herida reciente.

—Pero que carajo—gruñe.

Todavía siento el jugo en mi sistema por lo que me veo obligada a dar más arcadas haciendo que mi garganta empiece a sangrar al igual que mis encías, comienzo a toser escupiendo sangre y el piso se llena de la misma. Veo a Taylor correr a la puerta y gritar algo pero no lo escucho en lo absoluto ya que sigo aquí sacando mis entrañas.

Siento como si estuvieran rasgando mi garganta poco a poco, y es jodidamente doloroso. Cada una de tus células ardiendo y quemándose lentamente, mi estómago se contrae cuando empiezan los dolores gracias a que ya llegó a él, toso otra vez y en esta ocasión sale un coágulo de sangre que me desgarra la garganta en un dos por tres.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now