➳ 3 | Mi vida | ➳

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—¿Qué mierdas acaba de pasar?—me paso las manos por mi ahora despeinado cabello.

¿DÓNDE ESTOY?.

Me vuelvo a la puerta y intento girar la perilla pero no cede. Empiezo a pestañear muy rápido.

No, no, no, no, no. Cálmate.

No me puedo poner nerviosa.

Salgo de mi confusión y miro a mi alrededor para encontrarme con una elegante y limpia habitación.  Veo una cama totalmente negra con mesas de noche a los lados, a el lado derecho veo un gran armario de color negro y con varios compartimientos. Al lado del armario hay una puerta, inmediatamente corro hacía ella para ver si hay alguna posibilidad de una salida, pero mi esperanza de esfuma cuando me encuentro con un baño.

Pongo los ojos en blanco.

Examino el baño y me encuentro con un lavabo cuadrado y limpio, al lado: un cepillo de dientes y pasta dental. Volteo y me encuentro con un sanitario blanco. Pero es lo único que me encuentro, no hay ducha y eso me parece ilógico; salgo y me siento en la punta de la cama aún aturdida. Bajo la mirada para encontrarme con un suelo blanco de mármol pulido muy elegante.

No entiendo  que está pasando, tengo que salir de aquí.

"Estás en una base clandestina".

Las palabras del castaño hacen eco en mi mente.

Ahora si valí mierda.

Doy un respingo de escalofríos, pienso en el chico de hace un rato y mi mente divaga.

No, no, no. Necesito concentrarme.

Pero admitamos que está para comérselo...

Giro mis ojos ignorando a mi conciencia.

Levanto la mirada y me encuentro con un televisor pantalla plana al lado de la puerta—que no había notado por estar tan cagada—las comisuras de mis labios se curvan hacía abajo, me levanto lentamente de la acolchada cama y camino hacía la televisión. Abajo de la misma hay una repisa con un control remoto y pilas de repuesto. 

Tomo el control remoto y intento buscar el botón de encender.

—¡Hola!—salto de inmediato cuando escucho ese animado y escandaloso saludo, grito tan alto que creo que se escucha en Time Square. Me encuentro con una chica con su pelirrojo cabello en una trenza, está sudada y lleva ropa deporitva. Está en la puerta y con sus manos a cada costado de su cabeza en posición de: manos arriba y los ojos muy abiertos.

Me evalúo a mi misma y me encuentro con ambas manos sosteniendo el control a brazos extendidos y apuntándola de una manera muy loca y chistosa. Mi vista se alterna en el control y ella, mi pecho subiendo y bajando a un ritmo fenomenal y mis ojos muy abiertos.

Ella aún con las manos en el aire me sonríe tímidamente, se va acercando—-. Oye... puedes estar tranquila—frunce el ceño con diversión—. No creo que un control remoto te sirva de arma—suelta una carcajada. A medida que se acerca me doy cuenta de que su color de ojos es un azul, un azul casi celeste—. ¿No lo crees?. Soy Becca, una roble ¿estás bien?—desconfiada, asiento tímidamente mientras bajo mi "pistolatrol".

¿Una roble?.

¿Qué hace ella aquí?.

¿También la secuestraron?.

—Lo... lo siento, yo solo estoy algo alterada por todo lo que acaba de pasar...—coloco el control en la repisa y la veo regalando una sonrisa desconfiafa de boca cerrada.

Tu lo que estás es traumada.

—Es normal, siempre he pensado que lo hacen de una manera muy brusca—pasa con toda confianza por la limpia habitación y se sienta en el borde de la cama. ¿Brusca?. No, no, no, no. Secuestrar a alguien no es nada brusco—, ¿Cómo te llamas?—me cuestiona con una sonrisa

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora