➳ 46 | Arma Arkana. Pt 2 | ➳

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¡Hey!. Este es el segundo capitulo de un maratón, si la actualización te trajo hasta aquí. Ve al capitulo anterior!. Dejo esta canción arriba por si quieren escucharla mientras leen a partir de esta señal en el capitulo;

Entregados y... vulnerables, ahí es cuando todo sucede.


Entro al salón privado de los Quinn abriendo la puerta con fuerza, esta se golpea con la pared y la escucho romperse en muchos trozos, pero ni volteo a verla. Camino dentro del lugar mientras espero, sé que están detrás de mí, siguiéndome.

De verdad voy a hacer esto.

De verdad.

Arma Arkana.

Respiro profundo, intentando procesar toda esta información. Mi mente volviéndose loca mientras miles de imágenes pasan por mi cabeza, lo que acaba de pasarle a Alexey. ¿Nos pasaría a nosotros? El momento se repite en mi cabeza una y otra vez, de la misma forma, como lo empujé y salió volando contra la pared.

Niego con la cabeza y me siento en una de las sillas del comedor de cristal.

Miro hacia abajo intentando calmarme y acaricio mis muslos haciendo un esfuerzo por quitar la tensión en ellos.

Mi espalda se siente pesada.

Los escucho entrar.

—Raven—la voz suave de Kal me intenta tranquilizar.

—Denme un segundo.

Necesito hacerlo.

Quizás sea precipitado, pero necesito hacerlo, porque ahora esto se volvió algo más grande. Mucho más grande y no puedo esperar. Porque si llegamos a desarrollar todo lo que dijo Taylor, ellos podrán ver mis pensamientos.

Dios, no puedo creer que acabo de pensar en eso.

Ellos podrán ver mis pensamientos.

Siento algo en mi interior, algo que me obliga a no guardarles nada. No puedo guardarles nada, si lo hago será peor cuando se enteren. Y por más que me moleste, debo aceptarlo, esto es mucho más grande que cualquier otra cosa.

Respiro una vez más.

Esto debía de ser al revés. Yo no debería de estar en crisis porque ellos me descubran. ¡Ellos deberían de sentirse acorralados! ¡No yo! De la nada siento mi rostro ponerse rojo de inmediato y me da calor.

Me lleva el diablo con estas emociones de mierda.

Levanto mi cabeza para verlos.

—Raven...

—¡Que me den un maldito segundo! —se me sale el acento británico.

Ellos cambian su expresión.

Los miro, a los tres. Lucka está paralizado, Kalet solo mira a todos lados sin entender qué coño pasa y Alexey me escruta de arriba a abajo. Yo me levanto, intentando calmarme mientras ralentizo mi respiración, mirándolos y moviéndome con calma.

—Siéntense, por favor—les pido. Y ya no hablo con el acento neoyorkino que tanto practiqué. Dejo que Londres me salga literalmente por la boca.

Ellos, desorientados, no paran de verme antes de sentarse. Los tres uno junto al otro, yo me pongo frente a ellos, en el otro lado de la mesa maquino todo en mi mente antes de empezar a hablar.

—Llevaba tiempo pensando en si decirles esto o no, en si hablar con ustedes o quedarme callada, pero por cómo se están poniendo las cosas y con lo que acabamos de descubrir... tengo que decírselos—yo hago una pausa—. No soy de Nueva York.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Onde histórias criam vida. Descubra agora