➳ 6 | Partirse la madre | ➳

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—¡Esquiva!—me grita la pelirroja.

Me deslizó por el piso quemando mis piernas con la fricción e inclino mi espalda hacía atrás esquivando el golpe que se suponía era a mi estómago. Me incorporo lo más rápido que puedo con la respiración acelerada volteandome. Becca me mira sorprendida por mi movimiento y frunce el ceño sonriente.

Da una mirada curiosa a mis pies y yo por inercia hago lo mismo. Lo siguiente pasa muy rápido.

Escucho un grito de guerra de parte de ella se acerca corriendo a mi lugar y yo me preparo para recibirla, pero cuando llega me toma la muñeca y me voltea y llevando mi brazo a mi espalda tirandome al suelo.

Mi senos duelen al impacto contra el suelo—. Nunca te distraigas así en un enfrentamiento—tuerce más mi brazo en mi espalda y yo gruño. Siento su aliento en mi cuello—, siempre mantén los ojos en el objetivo—susurra en mi oído.

Mi espalda reclama el dolor mandando una corriente de nervios punzantes a mi cuello, dejo salir un quejido de dolor—. Tranquila sólo falta un día—me susurro par mi sola, aunque Becca lo escucha mientras se levanta y yo me volteo adolorida.

—Admito que me sorprendí con ese movimiento—me tiende una mano pero yo me levanto sola, ella curva sus comisuras hacía abajo en indiferencia—. Eres muy buena en situaciones como esta, No creo que los entrenamiento se te dificulten si sigues así—se acerca a unos estantes del fondo del grande lugar, toma una toalla y se empieza a secar la espalda.

Voy con ella y me quito la camisa negra que se adhiere por el sudor. Me quedo en un top de ejercicio negro—. Tengo un hambre feroz—digo mientras me sobo el hombro adolorido con la toalla.

Escucho silbidos masculinos al otro lado del Olimpo y Becca sonríe negando—. Ellos también y no exactamente de comida—le pego en el hombro con la toalla y ella suelta una carcajada mientras se sonroja. Le he agarrado confianza rápido, su personalidad me transmite cierta... calma.

Llevo toda la mañana entrenando en el Olimpo con Becca y mi cuerpo tiembla de dolor. Yo iba al gimnasio pero en las clases de gimnasia en la preparatoria ni siquiera trotaba. Aplicaba la vieja confiable: la típica menstruación.

#Morzaforever.

—Vayamos a comer—veo el reloj grande del Olimpo y mis ojos se abren en sorpresa.

1:45pm.

El entrenamiento pasó muy rápido.

Taylor le dijo a Becca que se encargara de ponerme al corriente del entrenamiento, el cual es entrenar y partirse el culo hasta la ceremonia de iniciación, la cual es tomar una bebida llamada Celestial y después de eso podré preguntar hasta que no tenga saliva, así que digamos que estoy ansiosa por que se acabe este día.

Tengo que admitir que este lugar no es tan malo como creí, pensé que a lo mejor los tenían encerrados todos los días en las barracas y que no les daban comida, que estaban obligados a ser cazadores pero no es así. Pueden salir de las barracas hasta de madrugada y la comida aquí parece que la fuera hacho el mismísimo Gordon Ramsay, las barracas tienen hasta aire acondicionado, tienen un bar, gimnasio, salón de juegos, una cafetería bastante grande, las camas son divinas y tienen ¡hasta una alberca!—la cual no se para que la usan—¿A quién no le gustaría vivir aquí?  

En cuanto Taylor, no he hablado con él después de la conversación en su oficina y realmente quiero hablar con él ya que no deja que nadie me diga nada acerca de por que se hacen llamar Cazadores, nada acerca de por que entrenan y mucho menos nada acerca de esa bebida, de la cual hablan maravillas todos los chicos y chicas de la base.

ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]Where stories live. Discover now