Un Secreto En Otoño [#1]

3.

Día 3: Ashley.

25 de septiembre.

—No es difícil —le repito a Thomas, quien ya tenía el rostro enrojecido—, son sumas muy básicas —se cruza de brazos y suspira de mala manera.

—Para ti que eres una sabelotodo deben ser fáciles, en realidad son imposibles —no puedo evitar la mala cara, tengo que hacer un esfuerzo muy grande para no responderle algo grosero.

Llevaba por lo menos dos horas intentando que pudiera hacer uno de los ejercicios de su tarea, pero Thomas es a quien más le cuesta toda la cuestión del estudio. No pongo en duda su inteligencia, pero es demasiado cabeza dura y solo lo intenta dos veces antes de rendirse y distraerse con algo más.

Es por eso que casi siempre necesitan que alguien esté a su lado para evitar que se distraiga, y lamentablemente soy la que en la mayoría de las ocasiones lo logra. Sabe que hablándome no va a lograr nada más que una mala mirada.

—¿Y bien? ¿Alguna muerte? —cuestionó la señora Meyer dejando sus manos en mis hombros.

—Si, mis ganas de vivir —dijo Thomas.

—Y tu futuro académico —murmuré logrando que me sacase la lengua, como acto de madurez le devolví el gesto haciendo reír a la mujer—. ¿A dónde va? —le pregunté cuando la vi tomar las llaves de la casa.

—A buscar a Alba a la clase de baile, se supone que no tenían otra hasta la próxima semana pero la profesora dijo que es importante que las niñas conecten emocionalmente —hice un cálculo mental de mis opciones antes de ponerme de pie y ofrecerme a ir yo.

Prefería tener que caminar las diez calles hasta la casa que seguir un minuto más con el niño y resultar culpable de homicidio violento a un menor.

Tomé las llaves, mi teléfono y los auriculares, aunque podía tomar un autobús era algo absurdo ya que el tiempo que me ahorraría en el viaje lo perdería esperando a que llegase. Mientras salía iba buscando una canción entre mi playlist para escuchar en el camino y no me di cuenta de la persona que venía en mi dirección hasta que se detuvo frente a mi.

—Ashley... —Zack estaba vestido con ropa deportiva y el bolso colgando en uno de los hombros—, ¿a dónde vas? —cuestionó con curiosidad.

—A buscar a Alba —mis manos comenzaron a sudar repentinamente como cada vez que entablaba una conversación con él.

Zack es el típico chico de preparatoria que en cuanto veas va a llamar tu atención, aunque sus facciones no son muy marcadas, su rostro tiene ese aire masculino que te hace quedarte mirándolo por varios minutos, sus ojos son de un verde muy oscuro, tanto que si lo ves de lejos se confunde fácilmente con un marrón. El cabello lo tiene un poco largo ya que se le marcan algunas ondas, pero es más que nada por la forma en la que se peina, una vez le dijeron que la línea al medio y algo despeinado le hacía ver bien y así lo usa siempre.