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Día 67: Ashley.

28 de Noviembre.

―De pie por favor ―todos nos paramos para la entrada de la jueza. Hoy se daba inicio al juicio y no teníamos idea de cuánto puede durar. Albert dijo que puede ir desde un día hasta años pero que hará lo posible para que dure el menor tiempo. La jueza se sienta para luego golpear el martillo con fuerza. Esto es como en las series y películas, solo que nunca creí estar de este lado. Los zapatos son incomodos.

―Tiene la palabra el señor Murphy ―el hombre con el que me encontré en la biblioteca se levanta de su silla y camina hasta el centro del salón. Ese es el muy estúpido que me tendió una pequeña trampa para demostrar que puedo ser impulsiva.

―Es una pena que los hagan perder el tiempo de esta forma ―dice mirando al jurado―. Más que nada tiendo las pruebas correspondientes que demuestran la culpabilidad del asesinato del señor Durand ―se escuchan algunos murmullos a nuestras espaldas.

Según lo que Albert nos dijo es un juicio de dominio público por lo que puede haber personas aquí que no tengan nada que ver con el caso. Doy un vistazo hacia atrás y veo como los Durand nos observan de mala manera.

―Pero si tengo que pararme frente a ustedes y demostrar la culpabilidad de estas dos personas ―nos apunta a ambos y Albert lo señala con la mano.

―Objeción su señoría ―la jueza asiente y le da una mirada al abogado.

―Al punto señor Murphy ―el abogado asiente mientras camina hacia el escritorio y toma una carpeta.

―Prueba uno A es presentada siendo los expedientes policiales que muestran al señor Heller saliendo del lugar donde se encontró el cuerpo moribundo del señor Durand ―tomo la mano de Jeff y él voltea a verme devolviéndome el apretón.

Ayer estuve a su lado todo el día, me contó y explicó lo de su familia. Él necesitaba mi apoyo y como amiga me mantuve a su lado tal y como él lo hizo en su momento.

―También pueden ver en la tercera página el horario el horario en que Jeff Heller dio por terminado su turno en la cafetería en la que trabaja, once y veinte minutos de la media noche. Dado que los tiempos y fotos lo ubican en el lugar y fecha en que el señor Durand sufrió el primer desmayo ―me resulta extraño que Albert no objete nada pero se mantiene relajado dentro de lo serio.

«Luego de analizar la escena se encontraron huellas de Ashley D'angelo y Jeff Heller. Quienes mantienen una relación amorosa ―me tenso soltando su mano mientras lo veo fruncir el ceño. Volteo encontrándome con la mirada de Zack, él baja la cabeza cruzándose de brazos.

Albert se levanta y comienza a caminar hacia donde se encuentra el otro abogado, el hombre vuelve hacia su mesa mientras el señor Fischer se acomoda el traje.

―Para comenzar cabe aclarar que ni la señorita D'angelo ni el señor Heller mantienen una relación amorosa ―volteo a ver a Zack que vuelve a mirarme con el ceño fruncido―. Antes del incidente no habían tenido ningún tipo de interacción ―entrega unos papeles a la jueza para luego pasárselos al jurado, en los que esta parte de nuestra declaración en la que ambos afirmamos no haber cruzado más que un par de cortas palabras.

«Mis clientes no niegan haber estado en ese lugar. Como podrán leer en sus declaraciones, la situación no es como el señor Murphy la presenta. Prueba de la defensa cuatro A ―se acerca hasta la mesa y toma otra carpeta―. Informes médicos de la señorita D'angelo, moretones en la zona abdominal, brazos y piernas ―nuevamente se escuchan murmullos y aparto la mirada. Mis ojos se encuentran momentáneamente con los de Zack y él me observa de una forma que no sabría distinguir.

Un Secreto En Otoño [#1]Where stories live. Discover now